El Tribunal Constitucional interpreta la carta magna para aprobar el matrimonio entre homosexuales

Confirmada una ley recurrida por el partido en el gobierno español cuando estaba en la oposición

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Por N.S.M.

MADRID, miércoles 7 noviembre 2012 (ZENIT.org).- El Tribunal Constitucional (TC) de España falló este martes, por ocho votos a favor y tres en contra, que la ley del «matrimonio» entre homosexuales es constitucional, con lo que rechazó el recurso que el Partido Popular (PP) presentó hace más de siete años contra esta norma que regula las uniones entre personas del mismo sexo. Entonces el PP estaba en la oposición y ahora está en un gobierno presidido por Mariano Rajoy.

La constitucionalidad de la ley fue avalada por una mayoría del alto tribunal. Tras conocerse, el ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón aseguró que el gobierno acata el fallo y que, por su carácter vinculante, no modificará la normativa que regula la unión entre personas del mismo sexo.

La sentencia del TC, todavía no redactada, se basará en el argumento de que es necesario leer el texto constitucional a la luz de las exigencias de la sociedad actual, es decir, hacer de la constitución una lectura evolutiva. Esto es lo que critican precisamente grupos de la sociedad española que defiende el matrimonio heterosexual como único digno de tal nombre.

Para esa lectura, que va más allá de lo que en 1978 se redactó en la Constitución, hablando de «matrimonio» entre personas de distinto sexo el tribunal acude al derecho comparado, al derecho internacional de los derechos humanos y no a la doctrina jurídica.

La sentencia afronta el tema de la adopción de menores por parte de «matrimonios» de personas del mismo sexo y señala que, jurídicamente, el bien a proteger por encima de cualquier otro es el interés del menor. Un interés, argumenta, que queda garantizado por la ley recurrida, por lo que tampoco, afirma, en ese punto cabe declararla inconstitucional.

El secretario de Justicia, Derechos y Libertades del PP Iñaki Oyarzabal aseguró que la decisión del TC de mantener el término «matrimonio» para las uniones entre parejas del mismo sexo, da «certidumbre» y «seguridad jurídica» a las personas que se han casado. Oyarzábal puso de manifiesto el tiempo que ha tardado el Tribunal Constitucional en pronunciarse al respecto, y aseguró que «por fin» ha emitido un fallo en relación con el recurso presentado por el PP sobre el matrimonio homosexual.

En el recurso, este partido hoy en el gobierno y entonces en la oposición, afirmaba que la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo desnaturaliza «la institución básica del matrimonio», tal y como había sido entendido hasta entonces, ya que, decía, vulnera el artículo 32 de la Constitución, que dice que «el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica».

El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en 2005 esta ley que abrió las puertas a unos veinticinco mil «matrimonios» entre personas del mismo sexo, incluídas personas de otros países que se desplazaron a España para «casarse».

Los datos del Instituto Nacional de Estadística suman poco más de 22.000 «bodas» de  homosexuales entre 2005 y 2011, y a esa cifra habría que sumar las de 2012 que, según la media, serían unas tres mil más.

Los obispos españoles, en un documento publicado el 26 de abril de 2012 se hacían eco de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y su documento «Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales», n. 9: «Dado que las parejas matrimoniales cumplen el papel de garantizar el orden de la procreación y son por lo tanto de eminente interés público, el derecho civil les confiere un reconocimiento institucional. Las uniones homosexuales, por el contrario, no exigen una específica atención por parte del ordenamiento jurídico, porque no cumplen dicho papel para el bien común».

El documento de los obispos españoles sobre la verdad del amor humano se puede leer completo en este enlace: http://www.conferenciaepiscopal.es/index.php/documentos-plenaria/2843-la-verdad-del-amor-humano-orientaciones-sobre-el-amor-conyugal-la-ideologia-de-genero-y-la-legislacion-familiar.html.

Por su parte, el Foro de la Familia consideró que el fallo favorable al «matrimonio» homosexual es la «sentencia de muerte» al matrimonio entre hombre y mujer, al tratarse de «una ley injusta». En declaraciones a los medios, el presidente del Foro de la Familia Benigno Blanco señaló que el fallo del TC  se traduce en que «una gran parte de la población española se sienta cada vez menos a gusto con la Constitución» ya que, según recordó, cuando votaron la carta magna en 1978 estaban votando, entre otras cosas, «por un matrimonio garantizado como institución específica para el hombre y la mujer». «Ahora con esta sentencia, el TC esta cambiándonos la Constitución y es difícilmente comprensible en términos de respeto al pueblo», subrayó.

Añadió que el TC «puede decir qué leyes no caben en el sistema pero no dice, porque no es su competencia, qué leyes debe haber» y, por tanto, consideró que, aunque declare formalmente constitucional la Ley del Matrimonio Homosexual, «sigue siendo una ley injusta e inapropiada». Reclamó al gobierno y al PP que, «en coherencia con lo que defendieron en 2005 en el Parlamento procedan a derogar esa ley y restablezcan el matrimonio como institución específica entre el hombre y la mujer». «Si Rajoy piensa, como dijo en 2005, que no es la mejor manera de regular el matrimonio, debe cambiar esa ley diga lo que diga el TC», insistió.

Por su parte, el presidente del movimiento ciudadano «HazteOir» Ignacio Arsuaga subrayó que el TC ha «confirmado la sentencia de muerte» a la institución matrimonial que, a su juicio, «es básica para el futuro de la sociedad». «El matrimonio como institución individual diferente a otras realidades ha dejado de existir en España y ahora el concepto jurídico de matrimonio es tan amplio que el TC lo que ha hecho ha sido redefinirlo de forma que se confunda con otras realidades y que no tenga una realidad específica», señaló.

Cconsideró que, con este fallo, el TC «pone en riesgo la vida y el futuro de los niños que pueden ser adoptados por dos madres o dos padres» a pesar de que, precisó, «hay numerosos estudios que indican que esos niños en un porcentaje mayor sufren trastornos psicológicos».

No obstante, subrayó que «lo más peligroso» son las consecuencias que, a su juicio, pueden derivar de esta ratificación de la ley sobre «propietarios de hoteles o viviendas que no quieran admitir a una pareja de homosexuales» o sobre «los padres que enseñan a sus hijos que el matrimonio es la unión entre hombre y mujer y no otra cosa», pues el Estado podrá penarles por «discriminar».

Ante esta situación, Arsuaga pidió al gobierno de Mariano Rajoy que, con independencia de lo que diga el TC, derogue esta ley modificando el Código Civil –algo que puede hacer con mayoría absoluta– y «restablezca el matrimonio como institución separada de otras».

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ZENIT Staff

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