CIUDAD DEL VATICANO, 26 febrero 2003 (ZENIT.org).- Los esfuerzos de Juan Pablo II continúan sin descanso para encontrar una solución pacífica a la crisis iraquí: este jueves la Santa Sede convocará al cuerpo diplomático para exponer su posición.
El encargado de «informar» a los representantes de los 177 países acreditados ante la Santa Sede será el arzobispo Jean-Louis Taruan, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados.
Según ha informado el diario Avvenire, el encuentro ha sido pedido por el decano del cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano, Giovanni Galassi, representante de la República de San Marino, para conocer la posición de la Santa Sede sobre los últimos desarrollos de la crisis.
La reunión, en la que deberían participar los embajadores tanto de Estados Unidos como de Irak, se celebrará a puerta cerrada y tiene un carácter extraordinario.
La reunión tiene lugar antes de que se reúna el Consejo de Seguridad para discutir las posiciones de Estados Unidos, Gran Bretaña y España que apoyan una resolución de la ONU que constate que el líder iraquí, Sadam Husein, ha perdido la última oportunidad para desarmarse y evitar la guerra.
En el Consejo de Seguridad se oponen por el momento a esta solución Alemania, Francia y Rusia, y proponen que continúe el trabajo de los inspectores de las Naciones Unidas de búsqueda y eliminación de armas de destrucción masiva.
Este mismo jueves el Papa recibirá en el Vaticano al primer ministro español, José María Aznar, así como al vicepresidente de la Asamblea consultiva iraní, Sayyed Mohamed Reza Khatami, quien viaja a Roma como enviado personal de su hermanos, el presidente de la República de Irán, Mohamed Khatami.
