CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 20 agosto 2004 (ZENIT.org).- El próximo miércoles, 25 de agosto, Juan Pablo II entregará al cardenal Walter Kasper durante una ceremonia en el Vaticano el icono de la Virgen de Kazan para que lo entregue, tres días después al patriarca ortodoxo de Moscú, Alejo II.
La entrega de la imagen al patriarcado tendrá lugar en el día en que la Iglesia ortodoxa celebra la dormición de María.
El gobierno ruso, por su parte, ve en el regreso del icono una oportunidad para promover la unidad nacional promovida por Vladimir Putin, según constata el diario «Avvenire».
La televisión rusa, el 13 de agosto pasado, transmitió el reportaje de la visita de Putin al patriarca Alejo II, internado en un hospital con motivo de controles médicos.
«El 28 –se pudo escuchar en el audio original del servicio, tendrá lugar una ceremonia con motivo del regreso del «viejo» Icono de la Madre de Kazan. El que usted, presidente, vio en Roma», durante la visita al Papa el 5 de noviembre.
«Sí, sí, la pude ver», respondió Putin.
La ceremonia tendrá lugar, en presencia de Putin, precisamente en el Kremlin, en la Iglesia de la Dormición, según informa «Avvenire».
«Estos dos hechos dicen que se tratará de un acontecimiento importante», constata el diario italiano.
Según los expertos rusos citados por «Avvenire», la imagen que el Papa entregará al patriarcado de Moscú no es «una copia más» de la imagen más importante para los ortodoxos rusos, como medios de comunicación han afirmado en las últimas semanas.
Se trata con toda probabilidad, añaden, de la copia más significativa entre las existentes, tras la destrucción del original, en 1904, por parte de ladrones (según documentos de la policía zarista).
Según estas fuentes, sería la copia que el zar Pedro el Grande, a inicios del siglo XVIII, encargó para la catedral de la nueva capital, San Petersburgo, dedicada a la Madre de Kazan. Habría sido sacada de Rusia en 1917, al concluir la Revolución de Octubre.
