NUEVA DELHI, viernes, 12 marzo 2004 (ZENIT.org).- La Conferencia de los Obispos Católicos de la India (CBCI) ha hecho un llamamiento a los electores del país para que en las elecciones generales del próximo abril emitan un voto responsable por candidatos que respeten la vida, promuevan la dignidad humana, la igualdad social, la armonía religiosa y la integridad nacional, entre otros rasgos.
Así se desprende del documento difundido por la CBCI –que reúne a las comunidades de rito latino, siro-malabar y siro-malankar– firmado por monseñor Percival Fernandez, secretario general del organismo, y fechado el 2 de marzo.
«Todo ciudadano –se lee en el texto– desea tener representantes y líderes que dirijan el país hacia mayores niveles de paz, armonía y prosperidad. Cada uno tiene la oportunidad de ejercer su poder de elección».
Los prelados exhortan a los fieles a ayunar y rezar para que las elecciones se desarrollen de forma pacífica y transparente en todo el país y piden a todos los hombres de buena voluntad que ejerzan con seriedad y conciencia el propio deber de voto.
«Todo votante –exhorta el documento— tiene la responsabilidad de votar por una persona que» respete la vida «desde el vientre a la tumba como una obra maestra de la creación de Dios» y que «promueva valores como la dignidad humana, la igualdad social, la armonía religiosa y la integridad nacional».
El candidato idóneo debe además «proteger los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, garantizados en la Constitución india, trabajar por el desarrollo de los pobres y marginados y preservar y promover la cohesión social, la armonía común y la pluralidad cultural».
Deberá combatir «problemas sociales como el paro, la discriminación contra algunos sectores de la sociedad y el fundamentalismo religioso» y esforzarse «por suprimir la corrupción y las prácticas fuera de ética en todos los niveles de la sociedad».
No olvidan recordar los prelados católicos que la persona destinataria del voto debe ser alguien que «trabaje por el desarrollo integral de su distrito electoral, teniendo presente a la vez la perspectiva nacional» y que «promueva los auténticos valores religiosos y no utilice la religión con propósitos sectarios o para dividir».
«Deseamos y oramos para que Dios guíe a todos mientras juntos nos esforzamos por construir una nación donde la libertad, la fraternidad y el progreso llegue a ser una realidad», concluyen.
