Así lo apuntó el obispo Giuseppe Andrich -de Belluno-Feltre- en los micrófonos de «Radio Vaticana» este miércoles, preguntado por la eventualidad de un encuentro similar al que mantuvo Benedicto XVI con el clero del Valle de Aosta dos años atrás.
«Pedimos inmediatamente –el obispo de Treviso y yo- poder celebrarlo. Tenemos noticia de que habrá este encuentro para ambos cleros, el muy numeroso de la diócesis de Treviso, y el nuestro de la diócesis de Belluno-Feltre, dentro de algunos días, pero la fecha aún no se ha precisado», añadió.
«La esperanza se había difundido entre los sacerdotes; ahora tenemos una confirmación muy fiable y por lo tanto, visto el eco del encuentro» de entonces en Aosta, la próxima cita del Papa con los sacerdotes se convierte «ciertamente en uno de los momentos más significativos también de su estancia entre nosotros», expresó el obispo de Treviso, monseñor Andrea Bruno Mazzoccato, en la emisora pontifica.
La fiesta de San Benito, que la Iglesia celebra este miércoles, remite además al nombre que escogió Joseph Ratzinger como pontífice: Benedicto. Por eso, en toda la diócesis de Belluno-Feltre –en cuya localidad de Lorenzago de Cadore reside Benedicto XVI del 9 al 27 de julio- se está festejando especialmente el día.
La celebración «se había previsto ya con la invitación a expresar la felicitación al Papa –menciona monseñor Andrich-, pero sobre todo a unirse con la oración a todos aquellos que» perciben «la significativa elección del nombre» por parte del pontífice «y su vínculo con la espiritualidad de San Benito, monje, patrono de Europa, gran fermento no sólo para la historia europea, sino también para el futuro de la civilización cristiana» en el Continente.
El programa del Santo Padre para este miércoles sigue siendo de descanso, como él mismo anunció. Según el enviado de «Avvenire» -Salvatore Mazza- a Lorenzago di Cadore, no se preveían salidas, salvo paseos; estudio y oración, como es habitual.
Por la noche, en la iglesia de Lorenzago, habrá un concierto en honor de Benedicto XVI, si bien no se espera su presencia.
Al lugar, por su «onomástica», han llegado y siguen llegando regalos para el Papa, por ejemplo del Valle de Aosta –de parte del alcalde Osvaldo Nodin-, su anfitrión los dos veranos anteriores.
Estos días, «por lo que se sabe, [el Papa] pasa mucho tiempo en su estudio, donde está también el piano, así que es previsible que dedique tiempo a tocarlo como suele hacer para relajarse, reza mucho… –añade Mazza en la emisora pontificia-. Son verdaderamente días de descanso, y por otro lado los necesita».
