La diócesis de Cassano all’Jonio espera al papa Francisco este sábado día 21 de junio. La ciudad situada en la región de Calabria ha llenado las calles y las plazas de carteles de bienvenida para el Pontífice. El vicario general de la diócesis, monseñor Francesco Di Chiara, ha explicado en una entrevista a Radio Vaticano lo que significará la visita del Santo Padre a esta pequeña y poco conocida diócesis.
«El hecho de que venga el Santo Padre creo que es una lección a la política que considera nuestras tierras periféricas» afirmó monseñor Di Chiara. Además recuerda que esto vale para ellos y para las naciones «para que no haya zonas consideradas de descarte y que cada hombre pueda vivir la dignidad de su vida». Asimismo espera que «el Santo Padre realmente remueva las aguas, porque cuando las aguas están muy quietas no va bien».
Del mismo modo ha explicado que el obispo de la diócesis, monseñor Galantino, ha querido que los gastos para la preparación estuvieran a cargo de la diócesis y no de patrocinadores externos. «En todas las parroquias hemos organizado colectas durante la misa del domingo, y se ha pedido a quien deseara dar su contribución, hiciera una ofrenda…¡Estamos viendo una gran generosidad!, exclama monseñor Di Chiara.
Y señala que rechazar a los patrocinadores o apoyos de la política es precisamente para mostrar la libertad de la Iglesia. Y añade «veo que esto ayuda mucho, ayuda mucho a nuestro pueblo a madurar, porque una de las plagas de nuestro pueblo es la de hacer siempre referencia a los otros, de esperar que todo llegue de los otros…», Por eso mismo, el prelado ha indicado en la entrevista que esta ha sido una ocasión de «asumir la responsabilidad a la que el obispo nos ha llamado y por esto nos sentimos felices nosotros y nuestro pueblo». Por otro lado, ha reconocido que uno de los problemas más graves que tienen ahora es el desempleo juvenil y ha mencionado también la dificultad de la mafia o criminalidad local que se llama N’drangheta, pero Calabria «es una tierra donde hay muchísima gente honesta, que trabaja y que suda…»
Durante la jornada del viaje, Francisco va a visitar diversas realidades sociales. Raffaele Vidiri, director de Cáritas diocesana, ha explicado que el encuentro lo han organizado siguiendo el ejemplo de una frase del Papa escrita en una carta que les envió al 18 de diciembre, donde nos pedía ‘perdón’ por haber nombrado a nuestro obispo secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana». Así, indica que esta frase la ‘pasearon’ por la diócesis organizando tres momentos de fiesta, de alegría y de oración en las plazas, en los cruces de las calles y en las periferias para pasar este mensaje y pedir perdón «a los pobres, a los no creyentes, a los enfermos…»
Por otro lado, indicó que el encuentro con los pobres para ellos «es un gesto de gran cercanía a la persona en su integridad. Naturalmente son momentos también emocionantes para quien ya sabe que comerá con el Papa».
Finalmente, Vidiri, ha señalado que la pobreza que desde hace dos años está emergiendo más, y está unida a «la falta de trabajo y a las dificultades de acceso al crédito para algunas familias que, estando en dificultad, no consiguen ahorrar esos 2.000 ó 3.000 euros para poder tapar gastos imprevistos o deudas.
