En Congreso Eucarístico no es una «trampa política», aclara arzobispo argentino

CORRIENTES, martes, 20 julio 2004 (ZENIT.org).- Ante quienes no entienden o se oponen al X Congreso Eucarístico Nacional (CEN) de Argentina (2 al 5 de septiembre), el arzobispo de Corrientes recalcó el viernes pasado el carácter religioso y evangelizador del acontecimiento, al que definió como una oportunidad de renovación de la vida cristiana.

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De hecho la intención del CEN se expresa «sin medias tintas en la Convocatoria de la 85ª Asamblea General de la Conferencia Episcopal Argentina», recordó monseñor Domingo Castagna en su homilía ante miles de fieles que, desafiando al frío, acudieron a la Misa por el 104º aniversario de la Coronación Pontificia de Nuestra Señora de Itatí, patrona de Corrientes –ciudad que acogerá la gran cita eucarística del país–.

El objetivo explícito del CEN «no se conjuga con las interpretaciones mal intencionadas de algunos personeros de cierta actividad mediática anticatólica que insisten en señalar al Congreso como una «trampa política»», alertó el prelado.

Asimismo subrayó que desde la decisión de celebrar el Congreso Eucarístico Nacional «hace más de dos años, se lo ha identificado como de carácter netamente religioso».

«Deseamos, en estos días, adorar públicamente a Jesucristo, presente en el Sacramento de la Eucaristía. Es nuestro propósito manifestarle nuestro amor, reconocerlo solemnemente como Señor de la historia y rogarle por las necesidades del mundo y de nuestro pueblo», decían los prelados argentinos en la citada convocatoria, citó monseñor Castagna.

«Esperamos, al unirnos a Él en la contemplación y la súplica, experimentar la luz de su sabiduría y el vigor de su gracia, que son fuente de recreación de valores humanos y cristianos en la cultura de nuestro pueblo», proseguían.

Para monseñor Castagna, el desafío hoy es «hacer del Congreso Eucarístico la oportunidad de renovar la vida cristiana y ciudadana de nuestro pueblo».

«La presencia de María mediante esta venerable advocación de Nuestra Señora de Itatí garantiza el carácter evangelizador del acontecimiento que viviremos y para el cual nos estamos preparando desde hace más de dos años», pues «Ella acompañó a los Apóstoles y a las comunidades por ellos fundadas» y «lo sigue haciendo en la sucesión de los siglos», reconoció.

«El Congreso Eucarístico presenta a Cristo, celebra su gracia exclusiva, la ofrece a los ciudadanos cristianos para que el contacto vivo con su Sacramento revitalice la fe católica de cada uno de ellos», explicó el arzobispo de Corrientes.

Sin embargo «los efectos de ese admirable encuentro producen cambios incómodos para quienes sostienen posturas ideológicas adversas a la fe cristiana», admitió.

En su opinión «es inevitable que se originen combates tácticamente desparejos», pero «la lucha de la fe no tiene otras armas que la mansedumbre y la Verdad, el servicio fraterno que supera las fronteras de los amigos y que se ofrece a los enemigos».

«El bien de todos los hombres» «inspira y orienta» el CEN –insistió–, «incluso para quienes no lo entienden y lo combaten». Así que en esta situación, el prelado propone la actitud de celebrarlo «con sencillez de corazón y testimoniar, en el propio comportamiento social, su eficacia regeneradora».

«María de Itatí, que se ha ocupado de atraer a sus hijos al corazón de Jesús Sacramentado, completará la obra de preparación en la concreción de un cambio interior que haga posible la reconciliación y la solidaridad en la amada Nación argentina», expresó.

La organización del X Congreso Eucarístico Nacional (CEN) calcula que recibirá a más de 200.000 peregrinos y unos 15.000 congresistas de todo el país en esta «experiencia de fe» que acogerá la capital de la provincia argentina de Corrientes bajo el lema «Denles ustedes de comer».

Más información en www.cen-2004.org.ar.

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ZENIT Staff

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