“En la escuela católica no hemos sabido presentar una alternativa”

El cardenal Cañizares inaugura un congreso sobre educación católica en Valencia

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VALENCIA, miércoles 28 de abril de 2010 (ZENIT.org).- El prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Antonio Cañizares, reconoció que la escuela católica no ha sabido presentar una alternativa y destacó la necesidad de que muestre una visión del hombre y la mujer nuevos.

Lo hizo este lunes al inaugurar el III Congreso Internacional Educación Católica para el siglo XXI de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, informó esta universidad.

“Hemos de reconocer que en la escuela católica no hemos sabido presentar una alternativa y es necesario hacerlo, porque la escuela católica tiene una visión del hombre y la mujer nuevos, en la que está el futuro y la esperanza”, declaró.

A este respecto, el cardenal Cañizares invitó a hacer “examen de conciencia” ante el hecho de que el 30% de la sociedad española haya sido educada en la escuela católica y “no tenga una incidencia ante todo lo que está sucediendo en nuestra sociedad”.

Ese porcentaje, “debería contribuir a que nuestra cultura no sea la cultura de la muerte y la cultura relativista, sino la cultura del amor y la verdad que nos hace libres”.

El purpurado afirmó que en “tiempos de indigencia”, de “crisis de sentido y de verdad”, la escuela católica “no puede ser neutral, tiene que ir a contracorriente ya que todo lo que está en su fundamento no es lo que se lleva, no es lo que está ni siquiera en las mismas legislaciones”.

Para el prefecto de la congregación vaticana, la escuela católica debe ser una “escuela revolucionaria y libre en estos momentos porque el mundo necesita un cambio decisivo, sin el cual no tiene futuro” ante la “quiebra moral y la pérdida del horizonte humano, del sentido de la vida y el olvido de Dios”.

El cardenal Cañizares consideró que el peor mal de la sociedad actual es “no saber ya qué es moralmente bueno y moralmente válido”.

Dificultades

Al analizar el actual momento educativo, el cardenal destacó la dificultad de “educar en una sociedad que admite el aborto”, con “leyes en contra de la familia” y “una televisión como la que tenemos en estos momentos donde se difunde una visión del hombre totalmente contraria a la persona humana”.

También se refirió al “injusto” sistema social “con los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”.

Respecto a la situación en España, explicó que “estamos con 17 sistemas educativos por cada una de las autonomías” y añadió que “no puede haber un pacto educativo sino no hay una visión única de la nación”.

Por otro lado, el purpurado valenciano ha constatado el “fracaso” de los sistemas educativos actuales porque “no han respondido suficientemente a la demanda o exigencias de la educación”.

Además, el cardenal Cañizares se refirió a la ley educativa actual a como “uno de los fracasos más grandes que ha tenido la sociedad española, por ese predominio de la razón instrumental, por no facilitar el ejercicio de la razón para buscar la verdad, y por ahogar, verdaderamente, las preguntas fundamentales del ser humano”.

De esta manera, lamentó, “se genera una sociedad como la que tenemos, acompañada de una cultura envolvente que está quebrando nuestra propia humanidad”.

Jesucristo en el centro

La escuela católica “debe contribuir a esa humanidad nueva en esa síntesis entre razón y fe”, continuó, destacando que “en el centro de la concepción cristiana de la escuela católica está Jesucristo, su mensaje de salvación”.

Según el purpurado, en las escuelas católicas no debe impartise sólo “enseñanza de valores” sino también el “arte de vivir” que está en la base de la evangelización.

“No hay que tener miedo a ser libres, porque la escuela católica tiene la vocación de transformar la sociedad”, dijo.

En su conferencia, titulada La educación católica: futuro y esperanza, el cardenal destacó la importancia de la “coherencia” de los maestros.

“No son sólo enseñantes, sino testigos de lo que queremos ofrecer, el arte de vivir, la humanidad nueva”, declaró.

En este sentido, recordó la importancia de que “Jesucristo y la fe no sea un apósito, un añadido, algo complementario de nuestra existencia profesional, sino nuestro ser sustantivo de maestros que están en la escuela para evangelizar, lo que reclama una formación del profesorado de una manera muy concreta”.

El congreso, que se está celebrando en Valencia del 26 al 28 de marzo, trata la infancia como una etapa especialmente significativa del ciclo vital y base de la construcción de la persona y, al mismo tiempo, como objeto prioritario de la actual emergencia educativa.

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ZENIT Staff

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