BUENOS AIRES, lunes, 22 marzo 2004 (ZENIT.org).- El 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, Buenos Aires celebrará el «Día del Niño por Nacer», por iniciativa de la archidiócesis y de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), en momentos en los que sectores presionan para que se legalice el aborto en el país.
El arzobispado ha organizado un acto público en el que intervendrán teólogos, intelectuales, y personajes de la vida pública sobre «el valor de la vida como don de Dios, del matrimonio como marco propio para que la vida nazca y de la sorpresa continua de la dignidad de la vida».
El doctor Nicolás Laferriére, abogado, secretario académico de la UCA y director del Servicio a la Vida del movimiento FUNDAR, que abordará en el encuentro los aspectos legales que hacen a la defensa del niño por nacer ha manifestado que «las cuestiones bioéticas no son individuales sino que comprenden a la sociedad toda de tal manera que en los debates en torno a la vida vemos reflejamos el drama del hombre y la sociedad».
La jornada culminará con la celebración eucarística, presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.
El acontecimiento tiene lugar después de que la jurista Carmen Argibay, propuesta por el gobierno para integrar la Corte Suprema, se declarara a favor de la despenalización del aborto.
En este contexto, el 28 de febrero pasado, al recibir al nuevo embajador de Argentina ante la Santa Sede, Juan Pablo II pidió al país defender «el valor de la vida humana misma, sin el cual no sólo se quebranta el derecho de cada ser humano desde el momento de su concepción hasta su término natural».
«Es preciso, pues, que este valor sea custodiado con esmero, atajando prontamente los múltiples intentos de degradar, más o menos veladamente, el bien primordial de la vida convirtiéndolo en mero instrumento para otros fines», añadió el Papa.
El 11 de marzo el Papa recibió en audiencia a Rafael Bielsa, ministro de Exteriores de Argentina, quien en la audiencia, según el mismo canciller revelaría más tarde, aseguró que su gobierno no pretende avanzar hacia la despenalización del aborto.
A pesar de las objeciones que recibió por parte de la Iglesia la candidatura de Argibay, la propuesta de la jurista fue elevada el viernes al Senado donde ahora deberá sortear un mecanismo de audiencias públicas, según informaba este lunes el diario «La Nación».
