Encuentro de alto nivel sobre el patrimonio cultural de la Iglesia portuguesa

LISBOA, jueves 19 de junio de 2008 (ZENIT.org) Especialistas portugueses y españoles se han reunido entre el 18 y el 19 de junio en Lisboa en un encuentro que convoca por primera vez al Consejo Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia, informa la agencia portuguesa Ecclesia.

En él participan, entre otras personalidades, el cardenal José de la Cruz Policarpo, Patriarca de Lisboa, que actúa como anfitrión, monseñor Gianfranco Ravasi, presidente de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, y el ministro de Cultura de Portugal, José António Pinto Ribeiro.

Están presentes los delegados de las diócesis portuguesas, así como los representantes de varias instituciones eclesiales que tienen responsabilidades en el área del Patrimonio Cultural.

También participan los representantes de la Conferencia Episcopal Portuguesa en los órganos consultivos del Ministerio de la Cultura, y los delegados de la misma Conferencia en la Comisión Bilateral Iglesia-Estado para el Patrimonio Cultural, establecida por el Concordato entre la Santa Sede y el Estado Portugués.

En el Consejo está también presente como experto el director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española, Manuel Iñiguez Ruiz de Clavijo.

El encuentro ha sido promovido por La Comisión Episcopal para la Cultura, Bienes Culturales y Comunicaciones Sociales, que preside el obispo de Oporto, monseñor Manuel Clemente, y ha sido organizada a través del Secretariado Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia.

El objetivo principal de la reunión, según explicó a Ecclêsia el director del Secretariado Nacional de los Bienes Culturales, João Soalheiro, «evaluar los conseguido en el área del Patrimonio Cultural a lo largo de estos últimos años», así como «diseñar estrategias de actuación futura».

500 kilómetros de documentos

El patrimonio que custodia la Iglesia portuguesa es inmenso, tanto material como inmaterial y tanto artístico como documental, explicó Soalheiro, así que de entre las necesidades actuales, se ha decidido priorizar la archivística, de manera que se pueda poner cuanto antes a disposición del público los acervos históricos y documentales de la Iglesia Católica.

«Según las indagaciones que hemos hecho, la Iglesia católica podría poner pronto a disposición del público una red de archivos históricos cuya longitud en papel calculamos en más de 500 kilómetros».

«La Iglesia tiene noción que sus fondos documentales son valiosos y relevantes -explicó Soalheiro-. No sólo para la memoria del Cristianismo en Portugal, sino para la sociedad portuguesa en general. Actualmente los fondos documentales se encuentran dispersos por las más diversas instituciones eclesiales, y, por eso, no hay una visibilidad o memoria fotográfica que traduzca el impacto de esta documentación».

 El mayor problema, además de la cualificación profesional, es la falta de recursos para acometer esta tarea. «En este momento, ninguna diócesis está en condiciones financieras de intervenir en su patrimonio con la calidad y la cualificación deseadas. Pero no es una situación exclusiva de la Iglesia Católica porque, en este momento, también el Estado Portugués tiene grandes dificultades para financiar las intervenciones en el área del Patrimonio Cultural».

 Para João Soalheiro, la reunión del Consejo es a la vez un punto de llegada y un punto de partida. «Se ha sensibilizado a las personas sobre estos problemas. Ha llegado la hora del pragmatismo: es preciso hacer operativas las soluciones teorizadas».

«El objetivo fundamental de la Iglesia Católica, en el área del patrimonio, es servir la sociedad portuguesa. Y hacerlo a la luz de su misión evangélica. La Iglesia siempre tuvo una conciencia muy nítida de la belleza del Evangelio y de la capacidad creadora que las generaciones consiguieron demostrar al largo de los tiempos».

Por Inmaculada Álvarez

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ZENIT Staff

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