El cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, ha estado visitando Cuba del 22 al 28 de abril. País que conoce muy bien, ya que fue nuncio apostólico desde el año 1992 al 1999. Y mientras el purpurado estaba allí la semana pasada, se anunció oficialmente la próxima visita del Santo Padre a la Isla en el mes de septiembre.
Al regresar de su viaje, el cardenal cuenta en Radio Vaticano que la Iglesia de Cuba es una iglesia “serena, con alegría, donde se llevan algunos pesos y dificultades, pero con desenvoltura, con confianza, con esperanza”. Además en la entrevista habla del encuentro que mantuvo con Raúl Castro, el viaje del Papa a este país y el deshielo en las relaciones entre Washington y La Habana.
El encuentro con el presidente Castro “fue una conversación larga”. Por parte de Raúl fue “un poco de memoria, de un pasado que obviamente los dirigentes cubanos llevan en su corazón; pero también con una atención, una proyección hacia el futuro”. Asimismo, el purpurado explica que el presidente dijo “que están estudiando reformas para aspectos sobre todo económicos, pero también en relación a la presencia y a la actividad de la Iglesia”. Por su parte el cardenal habló de temáticas importantes que los obispos esperan sean afrontadas, como la “reparación y construcción de iglesias”, “la dificultad de muchos sacerdotes para moverse por el país” o “un mayor acceso de la Iglesia a los medios de comunicación”.
De este modo, el cardenal cree que “la visita del Papa será realmente una ventana grande, un ámbito amplio para crecer con la dimensión de la evangelización y de la misión”.
A propósito de la visita del Pontífice, el cardenal Stella indica en su entrevista que en Cuba hay una gran expectativa así como curiosidad por conocer algunos detalles. Asimismo asegura que hay una memoria muy viva y también reciente de las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI, por tanto la visita del papa Francisco “es muy deseada”. El cardenal cree que “será un momento de gran intensidad eclesial, de gran comunicación y de gran esperanza para todos los cubanos, pero especialmente para aquellos que trabajan y practican la propia fe y su vida eclesial en el ámbito de la vida católica”.
En la línea del viaje apostólico, el cardenal Stella subraya que es importante la participación, la sensibilización de los católicos cubanos, que puedan ir, que puedan moverse, que puedan viajar hacia los puntos de encuentro con Francisco. Además, el purpurado define este viaje como “una visita verdaderamente pastoral, deseada por el Papa hace mucho tiempo”.
A propósito del deshielo entre Estado Unidos y Cuba, el prefecto no tiene duda de que el tema cubano el Papa lo siente en profundidad y por eso dio inicio a esas iniciativas diplomáticas. El objetivo es que este “acercamiento” pueda continuar, pueda concretarse cada vez más y pueda verse cuanto antes.
