España: el Papa llama a una víctima de abusos y le invita a denunciar

La diócesis de Granada aparta a varios sacerdotes acusados de abusos sexuales. La ví­ctima, que entonces era menor de edad, ha denunciado los hechos a la Fiscalí­a y al Vaticano

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El papa Francisco se quedó perplejo cuando hace unos meses recibió una carta de España en la que un profesor universitario le contaba que había sido víctima de abusos sexuales durante dos años en Granada, cuando era adolescente. Según ha avanzado este domingo el portal Religión Digital, el pasado mes de agosto, el afectado recibió una llamada telefónica del Santo Padre pidiéndole perdón en nombre de la Iglesia y mostrándole su apoyo. Otra muestra más de que el Pontífice argentino sigue la línea de «tolerancia cero» marcada por Benedicto XVI.

Posteriormente, el joven formalizó una denuncia ante la Fiscalía Superior de Andalucía contra todos los implicados, al menos una docena entre sacerdotes y laicos, que llevaron a cabo los presuntos abusos en distintas residencias de la provincia. Este portal señala además que el caso, que inicialmente fue trasladado por el propio denunciante al Vaticano, se encuentra actualmente bajo secreto de sumario en el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada. 

El citado tribunal ya ha incoado diligencias de investigación penal contra tres sacerdotes de la diócesis de Granada por supuestos abusos sexuales contra un menor cometidos en la última década, y también contra otros 7 sacerdotes y dos seglares que estarían acusados de haber encubierto los hechos. Además de este denunciante, al menos otros cuatro menores habrían sido víctimas de abusos por parte de los inculpados. 

La investigación se inició a instancias de la Fiscalía Superior de Andalucía, que el pasado mes de septiembre abrió diligencias informativas e instó a la Fiscalía Provincial a denunciar los hechos.

Ante las informaciones publicadas, el Arzobispado de Granada ha informado este lunes de que ha retirado del ejercicio a varios sacerdotes acusados de abusos sexuales. En una nota oficial, señala que «desde el momento en que se tuvo noticia fehaciente de la acusación presentada ante la Santa Sede por un joven de Granada, de haber sufrido abusos sexuales por parte de un grupo de sacerdotes de la diócesis, este arzobispado ha seguido escrupulosamente el procedimiento previsto para estos casos por la disciplina canónica».

El comunicado detalla que primero se quiso «verificar si la mencionada acusación tenía verosimilitud». Así, tras señalar que la investigación preliminar «no tiene aún carácter judicial», la diócesis granadina indica que «impuso las medidas cautelares a los sacerdotes directamente acusados de los abusos, retirándolos del ejercicio del ministerio sacerdotal».

«Igualmente remitió las conclusiones de la investigación a la Santa Sede», prosigue el texto, que añade que «dado que el denunciante es hoy persona mayor de edad, y que por tanto sólo él tenía capacidad para formular denuncia judicial, una vez se supo que ésta había sido interpuesta, el arzobispado se puso a disposición de la autoridad judicial para colaborar en lo que fuese necesario, lo que ha venido haciendo hasta el momento».

«El arzobispado –concluye la nota–, al igual que la multitud de fieles cristianos, es consciente de que la inmensa mayoría de los sacerdotes vive ejemplarmente el ejercicio de su ministerio, y dan un precioso testimonio, a veces heroico, de entrega a Dios y a los hermanos. Al cuerpo entero de la Iglesia le hieren y le duelen inmensamente que se puedan producir escándalos de esta naturaleza, cuya certeza y alcance tendrá que determinar finalmente la autoridad judicial en la investigación abierta».

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ZENIT Staff

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