España: los obispos piden tomar decisiones ante la crisis

La CEE publica una declaración ante la crisis moral y económica

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

MADRID, viernes 11 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- “Urgimos a las comunidades cristianas a que compartan sus bienes con los afectados por la crisis”, señala la “Declaración ante la crisis moral y económica” de la Conferencia Episcopal Española, publicada este viernes.

El texto ofrece un análisis de las causas y víctimas de la “actual crisis moral y económica”, con palabras de aliento y esperanza, y anima a “discernir el momento presente y a comprometerse con generosidad y solidaridad”.

“Somos conscientes de la gravedad de la situación en la que nos encontramos, por causas que tienen su origen en la pérdida de valores morales, la falta de honradez, la codicia, que es raíz de
todos los males, y la carencia de control de las estructuras financieras, potenciada por la economía globalizada”, señalan los obispos.

La declaración, de la última Asamblea plenaria de la CEE del pasado mes de noviembre, aunque publicada con fecha de este viernes, destaca la significativa incidencia de la crisis en las familias, sobre todo en las numerosas y en los jóvenes.

“La escasa protección social de la familia y las políticas antinatalistas son perniciosas para la sociedad y tendrán efectos económicos perjudiciales para las generaciones futuras”, advierte el Mensaje.

Y añade: “Grandes naciones han podido salir de la miseria gracias también al gran número y a la capacidad de sus habitantes. Al contrario, naciones en un tiempo florecientes pasan ahora por una fase de incertidumbre, y en algún caso de decadencia, precisamente a causa del bajo índice de natalidad, un problema crucial para las sociedades de mayor bienestar”.

Los obispos alertan de la difícil situación que viven muchos pequeños y medianos empresarios, agricultores, ganaderos y emigrantes procedentes de países pobres.

“La crisis está infundiendo miedo al futuro no sólo por la inseguridad respecto al posible mantenimiento del Estado de Bienestar, sino también por las consecuencias que genera, al aumentar la tasa de desempleo y reducir la actividad económica”, indica el texto.

Según el episcopado español, “nuestro país ha experimentado un alto bienestar durante estos últimos años; bienestar que no siempre ha sido administrado correctamente y que nos ha llevado a vivir por encima de nuestras posibilidades”.

Sobre las causas de la crisis, los obispos recogen una afirmación del Papa Benedicto XVI en su encíclica “Caritas in veritate”: que no hay verdadero desarrollo sin Dios.

“La raíz de nuestros problemas no está sólo, ni principalmente, en las dificultades económicas; para seguir manteniendo un crecimiento y bienestar en un mundo sometido a crisis periódicas, “el primer capital a salvar y valorar es el hombre, la persona, en su integridad”, incican los obispos.

También destacan la importancia de que “el hombre que ha conocido a Cristo” se comprometa con el cambio social en su auténtica verdad, para que puedan erradicarse “la corrupción, la ilegalidad y la sed de poder”.

Los obispos afirman que “no basta contemplar la realidad compleja” ni “tomar conciencia”, sino que “estamos llamados a tomar decisiones”. “Es imprescindible un profundo sentimiento de solidaridad con todos los que sufren”, indican.

Ante la grave preocupación por la ocupación y el empleo, el episcopado destaca en su Mensaje que “es necesario impulsar un nuevo dinamismo laboral que nos comprometa a todos en favor de un trabajo decente que “sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer”.

También piden otra acción concreta, “un trato humano y solidario con los emigrantes, pues la recién aprobada Ley de Extranjería restringe derechos que afectan decisivamente a su dignidad como personas.

Los obispos señalan también algunas oportunidades del momento actual: “La crisis debe ser una ocasión de discernimiento y de actuación esperanzada para cada uno de nosotros, para los responsables públicos y para las instituciones que pueden contribuir a una salida de ella”, afirman.

“Pero, sobre todo, la crisis debería ayudarnos a poner en Dios la referencia verificadora de nuestras actitudes y comportamientos -añaden-. Sólo teniendo en cuenta la dimensión trascendente de la persona, podemos lograr un desarrollo humano integral”.

El Mensaje recoge otra lección del Papa de su última encíclica: “es prioritaria la conversión del corazón para obtener los cambios sociales”.

Y concluye con algunas propuestas concretas de acción contra la crisis: un compromiso solidario de todos, especialmente de los que más pueden ayudar, un “discernimiento sobre las decisiones de gasto”, el fomento de la responsabilidad hacia el bien común y la promoción de actitudes cristianas, como las de algunas personas que están donando el 1% de sus ingresos a los pobres.

En este sentido, la Conferencia Episcopal Española, a través de Caritas, entregará el 1,5% del fondo común interdiocesano de este año a los más necesitados.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación