España: ¿Qué exige el Señor de nosotros?

Mensaje episcopal para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

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Los obispos de España han escrito un mensaje con motivo del Octavario por la Unidad de los Cristianos que se celebra del 18 al 25 de enero de 2013. Este año, los materiales para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2013 han sido preparados por un grupo de la India, compuesto mayoritariamente por universitarios de distintas Iglesias y comunidades cristianas.

A la hora de elegir el tema para este año, el grupo que elaboró los materiales partió de su contexto social, tan marcado por el sistema de castas, causa de graves injusticias, sobre todo hacia los más desfavorecidos por esta rígida modalidad de estratificación social basada en la noción de pureza ritual.

Los intocables, reto en la India

En este sistema, los dalit son aquellos que no forman parte de una de las cuatro castas, por lo que son discriminados socialmente y calificados a veces de “intocables”, impidiéndoles el acceso a los mejores trabajos y el contacto con las clases superiores.

El 80% de los cristianos de la India son de procedencia dalit. Esta situación de injusticia social constituye una llamada a las Iglesias y comunidades cristianas a implicarse en la promoción de la justicia. Por otro lado, en la India, junto a Iglesias y comunidades cristianas muy antiguas –sobre todo en el estado de Kerala, donde hay algunas que reclaman tener sus orígenes en la predicación del apóstol santo Tomás y que están ligadas a la tradición cristiana de lengua siríaca–, hay otras muchas que surgieron a partir del siglo XVI a raíz de la actividad misionera europea.

Este movimiento misionero reprodujo muchas veces en la India las divisiones doctrinales y eclesiales del viejo continente. A partir de este contexto social y eclesialmente tan complejo y lleno de desafíos surgen los materiales de este año.

A la luz de la experiencia de las Iglesias y comunidades cristianas de la India “descubrimos más claramente cómo la búsqueda de la unidad visible de todos los cristianos no se puede disociar del compromiso por la justicia y la superación de las heridas del pasado, de lo que se ha venido a llamar la ‘purificación de la memoria’. De ahí que como texto bíblico de referencia se haya escogido uno del profeta Miqueas, que habla de lo que Dios exige de nosotros: ‘Se te ha hecho conocer lo que está bien, lo que el Señor exige de ti, ser mortal: tan solo respetar el derecho, practicar con amor la misericordia y caminar humildemente con tu Dios’. (Miqueas 6, 8)”, afirman los obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

Esta orientación de los materiales para 2013, con su insistencia en la implicación común de los cristianos en la justicia y la paz, la solidaridad con los más desfavorecidos, “enlaza muy bien –añaden los obispos en su mensaje- con el tema de la X Asamblea del Consejo Mundial de las Iglesias, que tendrá lugar en Busan, Corea, en octubre: ‘Dios de la vida, condúcenos a la justicia y la paz’. Todos los cristianos estamos llamados a tener muy presente este importante acontecimiento ecuménico y pedir al Señor por sus frutos”.

El pasado septiembre, el Benedicto XVI realizó un viaje al Líbano para la firma de la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Medio Oriente. En el documento, tra la asamblea especial del Sínodo de Obispos, se aborda el tema de la vía cristiana y ecuménica (nn. 11-18).

Al tratarlo, el papa vuelve a reiterar que la unidad de los cristianos es “un don de Dios, que nace del Espíritu, y es preciso hacer crecer con perseverante paciencia”. La “unidad surge de la oración perseverante y la conversión, que hace vivir a cada uno según la verdad y en la caridad”. De ahí la centralidad del “ecumenismo espiritual” del que habla el Vaticano II, que es el alma del auténtico ecumenismo, y que Benedicto XVI invita a promover “en las parroquias, monasterios y conventos, en las instituciones escolares y universitarias, y en los seminarios”.

Ecumenismo espiritual

El Octavario es una de las expresiones más importantes de este ecumenismo espiritual, en el que los cristianos se reúnen para pedir el don de la unidad, “tal como quiere Cristo y de acuerdo con los instrumentos que él quiere”, según expresión del abad Paul Couturier, gran apóstol de esta semana.

Por tanto, los obispos animan a las parroquias y a las comunidades a celebrar este tiempo adaptando los materiales propuestos por el Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias.

“La unidad ecuménica no es ni confusión, ni ‘uniformidad de las tradiciones y las celebraciones’, como también se afirma en la misma exhortación apostólica, y el camino para llegar a ella es haciendo nuestra la oración de Jesús al Padre de que seamos uno”, subrayan.

Citan el título de un libro de Julián García Hernando, director durante muchos años del Secretariado de Relaciones Interconfesionales de la CEE, para decir que “la unidad es la meta, la oración el camino”. Junto al “ecumenismo diaconal”, en el campo de la educación y la caridad, y a la implicación común en los grandes temas que atañen a la humanidad, como la verdad del ser humano, la justicia, la paz, la familia, y junto también al cometido de los teólogos, “el compromiso de todos los cristianos por la unidad se ejerce de una forma eminente a través de la oración”, insisten.

No olvidar a Siria

Al recordar el viaje del papa al Líbano exhortan a no olvidar a Siria, su difícil situación, el drama de los refugiados, muchos de ellos cristianos. Por ello, elevan su “oración por esta región tan importante para la tradición cristiana, en la que los discípulos del Señor por primera vez fueron llamados ‘cristianos’ (Hch 11, 26)”.

El pasado 11 de octubre, cincuenta aniversario de la apertura del concilio Vaticano II, inició el Año de la Fe, convocado por Benedicto XVI con la carta apostólica Porta Fidei.

La celebración del Año de la fe es, recuerdan, una buena ocasión para retomar los documentos del Vaticano II, especialmente los importantes para el ecumenismo y el diálogo interreligioso —Lumen Gentium, Unitatis Redintegratio, Dignitatis Humanae, Nostra Aetate--, que “no pierden su valor ni esplendor” y que “es necesario que sean leídos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos calificados y normativos del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia”.

Europeos y estilo de vida

Los obispos afirman así mismo tener “muy presente la difícil situación económica que atraviesa nuestro país”. El pasado junio, en Lisboa, acogido por el cardenal patriarca José de Cruz Policarpo, se celebró el III Forum Católico-Ortodoxo, organizado conjuntamente por el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas y el Patriarcado Ecuménico.

El tema del Foro fue precisamente “La crisis económica y la pobreza, desafíos para la Europa de hoy”. Del mensaje final aprobado por los participantes destacan: “Si los europeos quieren salir de la crisis –en solidaridad con el resto de la humanidad- deben comprender que es necesario cambiar el estilo de vida. Para el creyente se trata de renovar una relación personal con el Dios trinitario que es comunión de amor, relación que va más allá de una simple doctrina o de un planteamiento ético. La crisis puede ser ocasión de una toma de conciencia saludable. Los europeos deben dar sentido a la actividad económica partiendo de una visión integral y no parcial de la persona humana y de su dignidad. Poniendo a la persona en su justo lugar, subordinando la economía a objetivos de desarrollo integral y de solidaridad, abriendo la cultura a la búsqueda de la verdad, dando su puesto a la sociedad c
ivil y a la ingeniosidad de los ciudadanos que trabajan por el bienestar de sus contemporáneos, crearán las condiciones para que surja un nuevo tipo de relación con el dinero, la producción y el consumo. Es también lo que nos recuerda la tradición ascética cristiana del ayuno y el compartir. Las Iglesias hacen un llamamiento a los cristianos para que coordinen su servicio diaconal a nivel local y global con vistas a ayudar a las personas en situación de precariedad y a contribuir al desarrollo de una sociedad más equitativa”.

Los obispos manifiestan su cercanía a “los muchos cristianos que por causa de su fe sufren persecución y discriminación, como los cristianos dalit de la India”. Llegan continuamente noticias que, afirman, “nos entristecen de actos violentos contra comunidades cristianas en varios países de mayoría musulmana, como Pakistán, Nigeria, Egipto, Sudán, etc”.

Por ello, elevan “una oración al Señor y una plegaria a todos los hombres de buena voluntad para que cesen estos actos que van contra la dignidad de la persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, y contra la libertad religiosa, que es un derecho fundamental del ser humano”.

“¡Que la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2013, junto a impulsar a todos cristianos hacia la unidad visible tan deseada por el Señor, nos lleve también a hacernos solidarios con el sufrimiento de muchos hermanos nuestros en la fe y con sus anhelos de libertad y de justicia!”, concluyen.

Para acceder a los materiales: http://www.conferenciaepiscopal.es/index.php/semana-oracion.html

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ZENIT Staff

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