Estados Unidos: la Iglesia descubre cada vez más su rostro hispano

En Colorado Springs se pide más participación para quienes hablan español

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NUEVA YORK, 16 febrero 2001 (ZENIT.org).- La Iglesia estadounidense, cuando se mira al espejo con detención, descubre que sus rasgos se tornan cada vez más hispanos. Esta es la conclusión a la que ha llegado el encuentro que se ha celebrado estos días en Colorado Springs, para «actualizar la pastoral entre los hispanos, ante el nuevo siglo».

Esta iniciativa continúa con la nueva el gran impulso que dieron los hispanos a su participación en la vida de la comunidad católica de Estados Unidos el mes de junio pasado, cuando se celebró en Los Angeles, «Encuentro 2000», que con el lema «Muchos rostros en la casa de Dios» se propuso dar espacio al liderazgo latino para reconocer la riqueza que suponen todas las diferencias étnicas existentes en los Estados Unidos, el tercer país con el mayor número de católicos del mundo (Cf. Zenit, 14 de julio).

Según datos del «Census Bureau», la oficina estadística del gobierno estadounidense, para el 2005 los latinos se convertirán en la minoría más numerosas de Estados Unidos, superando a las personas de color. A finales de siglo, podrían alcanzar y superar a los blancos de origen europeo, cambiando el rostro demográfico del país. Al menos el 70 por ciento de los hispanos es católico, de modo que lógicamente la Iglesia estadounidense se está haciendo también más hispana. Hoy representan en torno a un 35% de los católicos del país.

Organizado por el Secretariado para asuntos hispánicos de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, la cita de Colorado Springs, que concluye mañana, reúne a organismos diocesanos, párrocos y agentes pastorales. Su objetivo es ayudar a estas personas a tener en cuenta en su labor pastoral la composición étnica y cultural de la población a la que se dirige.

Las líneas directrices han sido ya trazadas en un documento, presentado el año pasado, en el que se dan datos elocuentes sobre la participación de los hispanos en la marcha de la Iglesia. En Estados Unidos, más del 40% de las diócesis ofrecen programas de formación, dirigidos a laicos, que han sido pensados por personas hispanas. Cerca del 40% de las diócesis publican periódicos con informaciones en español, o realizan regularmente programas radiofónicos para los fieles de esta cultura. Y, desde 1990, se ha duplicado el número de los animadores pastorales que trabajan entre los hispanos.

Pero ¿quienes son los católicos de lengua española en Estados Unidos? Son los inmigrantes de Centroamérica, tanto quienes han regularizado su situación como los «espaldas mojadas» que cruzan la frontera con México. Están también sus hijos, a veces plenamente integrados en la sociedad norteamericana, y al mismo tiempo anclados con orgullo a la lengua y las tradiciones de sus raíces hispanas.

«Han pasado de una condición de virtual anonimato a un posición central» comenta el obispo de Pueblo, Arthur Nicholas Tafoya, presidente de la Comisión Episcopal para asuntos hispanos.

Y es justamente esta nueva situación el desafío que tiene hoy la Iglesia estadounidense. Muchos responsables de la pastoral dirigida a los hispanos lamentan una escasa coordinación con los otros departamentos eclesiales. Está bien que haya una especialización, dicen, pero sin crear aislamientos.

Por ello, entre las cuestiones que se están afrontando en el encuentro de Colorado Springs, está la necesidad de incrementar la presencia de los hispanos en los consejos pastorales parroquiales, superar las barreras culturales y lingüísticas que limitan la entrada en los seminarios, mejorar la pastoral juvenil, incentivar la participación en las estructuras administrativas diocesanas e incluso en funciones directivas.

«El aumento de la inmigración –explica Ronaldo Cruz, director del Secretariado– se ha convertido hoy en un factor de transformación que está cambiando la fisonomía de la Iglesia estadounidense».

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ZENIT Staff

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