Estadounidenses se preparan para la "Marcha por la vida" en Washington

El evento anual recuerda un año más de la legalización del aborto en este país

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WASHINGTON, martes, 13 enero 2009 (ZENIT.org).- Cada 22 de enero, las principales calles de la capital estadounidense se invaden de carteles con consignas como «Defender vida» o con pancartas que tienen rostros de bebés y niños recién nacidos.

Ni el invierno ni la nieve pueden detener a las casi 200 mil personas que llegan a Washington desde diferentes lugares de Estados Unidos para marchar ante el Capitolio. Siguen la ruta de la Corte Suprema de Justicia con cantos. Exigen el respeto y la dignidad de los no nacidos, asegurando que ésta es equivalente a la de cualquier otro ser humano y recordando que el valor de la vida no puede relativizarse.

Cuando los provida decidieron unirse

El 22 de enero de 1973, siete de nueve abogados de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos dieron vía libre a la ley Roe versus Wade que asegura que el aborto debe ser permitido a la mujer, por cualquier razón, hasta el momento en que el feto se transforme en «viable», es decir, cuando sea potencialmente capaz de vivir fuera del útero de la madre sin ayuda artificial.

Diferentes líderes pro vida se dieron cuenta de las consecuencias que estaba comenzando a tener la legalización del aborto en Estados Unidos y fue así como en octubre de 1973, decidieron juntarse para el 22 de enero siguiente. Fecha en la que unas 20 mil personas participaron de la primera «Marcha por la vida» en Washington.

Desde esa fecha, año tras año cientos de miles de norteamericanos se reúnen para este evento. Varias diócesis de Estados Unidos, así como colegios y universidades católicas envían una delegación para que formen parte de la «Marcha por la vida»

El padre Frank Pavone, director de la organización Priests for Life, «Sacerdotes por la vida», testimonia en la página web de esta organización: «Mi primera marcha por la vida fue en 1976 cuando estaba en el último año de colegio. Este evento me inspiró a ser un activista en el movimiento pro vida. Al ver que había tanta gente de diferentes etnias y religiones orando, cantando y marchando con tanta fe y determinación, aprendí que esta causa es grandiosa, urgente y digna de mi tiempo, mi energía y compromiso».

«Es un tremendo signo de esperanza para el movimiento y para la nación», concluye.

Durante estos 36 años en los que el aborto ha sido legal en Estados Unidos, más de 50 millones de niños han sido asesinados en el vientre materno. Las menores de edad, que no pueden tomar ciertas medicinas sin un permiso escrito de sus padres, pueden sin embargo abortar sin su consentimiento.

Actividades que acompañaran la marcha

Aunque el evento central consiste en las dos horas de caminata hacia el capitolio, el evento provida incluye otras actividades que comienzan desde el día anterior a la marcha.

Conferencias en la Gorgetown University, conciertos de canciones pro vida, trabajos en grupo, una vigilia de oración en la Basílica del Santuario Nacional, misas, encuentros, servicios religiosos de diferentes credos, una cena después de la marcha, así como la conferencia anual del grupo «Estudiantes por la vida»…, son algunas de las actividades que buscan crear conciencia sobre la defensa de los no nacidos.

«Si el aborto continúa, podemos estar seguros de que no continuará sin oposición. Nos complace unir a nuestros conciudadanos, que caminan en el Capitolio para dar un testimonio del hecho de que una política que permite la matanza de miles de niños inocentes al día no puede, no debe ser aceptada de manera pasiva por cualquier país civilizado», dice el padre Pavone.

Más información: http://www.marchforlife.org

Por Carmen Elena Villa

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ZENIT Staff

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