«ETA está en las antípodas de la humanidad»

Según el arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco

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VALENCIA, 22 julio 2003 (ZENIT.org-VERITAS).- El arzobispo de Valencia, monseñor Agustín García-Gasco, ha condenado los atentados terroristas perpetrados en el mediodía del martes en Alicante y Benidorm y ha precisado que «la feroz inquina con que ETA persigue objetivos turísticos no hay que interpretarla sólo desde el quebranto económico que quiere producir, sino que hay también un perverso componente de atacar a las personas cuando se muestran más indefensas si cabe».

En declaraciones a la agencia AVAN, el prelado ha animado a dar a la «estrategia sanguinaria de la banda asesina, una primera e inequívoca respuesta por parte de todos los ciudadanos: apoyar incondicionalmente a las víctimas y a las Fuerzas de Seguridad del Estado en su misión».

Igualmente, los atentados terroristas «nos obligan a considerar hasta qué punto es necesaria y digna de elogio una acción legislativa, judicial, gubernativa y policial contra quienes sistemáticamente amenazan los pilares de la civilización».

Las acciones de ETA también muestran «hasta qué punto son inoportunas, entorpecedoras y cómplices del mal las actitudes ambiguas, los frenos, las zancadillas contra quienes persiguen a los terroristas con las armas de la ética y de la ley».

El arzobispo de Valencia ha añadido que «una vez más ETA y su lógica aparece como las antípodas de la humanidad, como el lugar oscuro en donde se concentra todo lo peor del ser humano».

El terrorismo pone de relieve «hasta qué punto nuestra sociedad es vulnerable con respecto a quienes no aceptan la ley santa del «no matarás», código común de las mejores tradiciones religiosas, del cristianismo, y de los valores de las modernas sociedades democráticas», ha precisado el prelado.

Monseñor García-Gasco ha exhortado, finalmente, a «todos los católicos y demás hombres y mujeres de buena voluntad» a solidarizarse con «quienes hoy han sentido cerca el aliento pérfido de los asesinos, y a los que han sido heridos por sus armas».

También ha invitado a que «nuestra oración vaya acompañada de un sincero compromiso por erradicar de entre nosotros toda forma de violencia, y de una firme voluntad por seguir haciendo de nuestra Comunidad Valenciana un lugar de acogida, paz y convivencia esperanzada, que nadie nos pueda arrebatar».

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ZENIT Staff

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