El arzobispo de Malinas-Bruselas, André-Joseph Léonard ha lanzado un apremiante llamamiento a todos los fieles de la archidiócesis a vivir este jueves una jornada de ayuno y una vigilia de oración, para “despertar las conciencias y provocar un último debate público” ante la posible extensión de la ley de eutanasia a los menores de edad en Bélgica. También están invitados a unirse a esta iniciativa “otros cristianos, creyentes de otras religiones, agnósticos y ateos”.
Los representantes de las principales religiones del país ya expresaron recientemente su “fuerte inquietud ante el riesgo banalización” de esta terrible práctica. «No trivialicemos el acto de matar, porque estamos hechos para la vida», afirmaban los responsables religiosos. «Poner fin a la vida es un acto que no sólo mata, sino que poco a poco destruye los lazos que existen en nuestra sociedad, en nuestras familias, víctimas de un creciente individualismo», denunciaban con enorme inquietud.
Por su parte, 58 miembros de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa han publicado una declaración contra el proyecto de legalización de la eutanasia para niños en Bélgica.
En el documento, los parlamentarios consideran que el voto del Senado belga “asume de manera errónea que los niños son capaces de dar su consentimiento informado a la eutanasia” y deploran que defienda “la creencia inaceptable de que una vida pueda ser indigna de ser vivida”, cuestionando así la base misma de una sociedad civilizada.
Está previsto que el texto, aprobado por el Senado el pasado mes de diciembre y por la Comisión de Justicia de la Cámara de representantes de Bélgica el 28 de enero, sea examinado en sesión plenaria por la Cámara de Representantes belga al final de esta semana.
El proyecto de ley que extiende a los menores la ley de 2002 sobre la eutanasia podría ser adoptado definitivamente por los diputados antes del final de la legislatura, este verano.
Una vez se apruebe definitivamente, Bélgica se convertirá en uno de los primeros países en legalizar esta práctica. De esta forma se ampliará la ley de eutanasia vigente desde 2002, que reconoce la eutanasia para mayores de edad o menor emancipado (a partir de los 15 años), capaz, con pronóstico de enfermedad irreversible, que padeciera un sufrimiento físico o psíquico constante e insoportable o una enfermedad grave incurable.
La reforma, que ha sido promovida por los socialistas belgas y apoyada por varios grupos políticos, con excepción del partido flamenco Vlaams Belang y los democristianos, adquiere una gran importancia debido a que se convertirá en la más permisiva, puesto que la de otros países como Holanda deja la decisión en manos del menor entre 16 y 18 años y exige el consentimiento paterno para casos entre los 12 y los 16.
Según la Comisión Federal de Control y Evaluación de la eutanasia en Bélgica en el 2012 se registraron 1.432 casos, un 25% más que el año anterior. Además, dos tercios de los belgas apoyan el citado proyecto de ley, y tres cuartos incluso están de acuerdo en que los padres pidan la eutanasia para sus hijos enfermos, sin consentimiento del niño.
La eutanasia en Europa está legalizada en Luxemburgo, Suiza, Bélgica y Holanda.
