Ex presidente de Italia: Adviento, tiempo de «espera» y «discernimiento»

Oscar Luigi Scalfaro subraya la esperanza de la venida de la Navidad

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ROMA, 4 diciembre 2002 (ZENIT.org).- ¿Qué significa el período de Adviento, la preparación a la Navidad, para uno de los políticos cristianos más respetados del escenario internacional?

Oscar Luigi Scalfaro, ex presidente de Italia, uno de los padres de la Constitución italiana tras la Segunda Guerra Mundial, y figura moral europea, no duda en responder: es el «tiempo de la espera y la ilusión», pero también del «discernimiento».

El senador vitalicio (Novara, 1918) ofreció este miércoles una meditación espiritual a los alumnos de la Universidad Pontificia Gregoriana, en el marco de los tradicionales encuentros que esta institución organiza con personalidades públicas.

El ex presidente evocó con pasión algunos de los «advientos» que han marcado su vida personal y su carrera política, en referencia a las esperas de la paz, la libertad y la justicia después de la segunda guerra mundial, o la expectativa en las últimas décadas de que se acabara la corrupción.

Episodios como el atentado contra Aldo Moro (1978), líder de la Democracia Cristiana –partido en el que militaba Scalfaro–, los actos terroristas que paralizaron Italia en varias ocasiones, el trágico invierno del 1944, o la lucha por la libertad y la democracia han sido algunos de los acontecimientos que han jalonado la vida del senador, y que el ilustró con ricas citas evangélicas.

«La fraternidad es mucho más elevada que la solidaridad», explicó al evocar el concepto de fraternidad que englobaría la Declaración Universal de los derechos humanos, que esta semana cumplirá 54 años y que él recuerda con particular intensidad.

«Jesús nos ha dado la posibilidad de amar, de esperar y de anhelar la libertad y la justicia», añadió ante la nutrida audiencia congregada en el Aula Magna de la Universidad Pontificia.

Sacalfaro consideró que de Adviento es un período privilegiado para verificar o profundizar en la propia vocación, dado que es el período de la «espera» y «esperando se discierne».

«¿Es cierto lo que siento? ¿Es esta mi llamada? ¿Realmente mi vocación va por aquí?» son las preguntas que Scalfaro invitó a plantearse a quienes le escuchaban. Estos interrogantes son legítimos, aseguró, pues respondiendo una y otra vez se da razón de la opción elegida.

De este modo, la entrega a Dios, según el político, se convierte en «una oferta de flores frescas ante el altar, flores de verdad y no de plástico, que necesitan agua nueva cada día».

Al finalizar, el que fuera ministro en diversas ocasiones, recordó los meses de espera de la Virgen María antes del nacimiento de su Hijo para destacar su «confianza, dulzura y optimismo».

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ZENIT Staff

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