CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 17 octubre 2005 (ZENIT.org).- Al recibir la noticia del fallecimiento del cardenal Giuseppe Caprio, Benedicto XVI ha enviado un mensaje para reconocer el servicio a la Iglesia del gran maestro emérito de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén y presidente emérito de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede.
En un telegrama enviado a la hermana del cardenal, Maria Caprio, el pontífice confiesa su «admiración» por este «solícito colaborador de cinco papas, mis predecesores, que le confiaron delicadas e importantes misiones».
Las exequias del purpurado, que pronto cumpliría 91 años, fallecido este sábado, serán presididas por Benedicto XVI el martes 18 de octubre, a las 11, 00, en el altar de la cátedra de la basílica vaticana.
El cardinal Caprio nació el 15 de noviembre de 1914, en Lapio, archidiócesis de Benevento, Italia. Ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1938, estudió en la Academia Pontificia Eclesiástica e inmediatamente después desempeñó su servicio en la Secretaría de Estado del Vaticano.
En 1947 fue enviado a la internunciatura apostólica de China, donde trabajó hasta 1951, año en el que fue expulsado por los comunistas, después de haber pasado tres meses sin poder abandonar su domicilio.
Pablo VI le encomendó el delicado encargo de sustituto de la Secretaría de Estado, el 14 de junio de 1977. Juan Pablo II le puso al frente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, el 30 de abril de 1979, y el 30 de junio de ese mismo año le creó cardenal.
De 1981 hasta 1990 fue presidente de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede, y de 1988 hasta 1995 gran maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Tras el fallecimiento del cardenal Caprio el Colegio Cardenalicio queda compuesto por 180 cardenales, de los cuales, 112 electores y 68 no electores.
