Fallece el cardenal brasileño Lucas Moreira Neves, ex prefecto de Obispos

«Enamorado» de Teresa de Lisieux; fiel al Papa y a los pobres

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CIUDAD DEL VATICANO, 9 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El cardenal Lucas Moreira Neves, prefecto emérito de la Congregación vaticana para los obispos, falleció este domingo en un hospital de Roma, después de haber afrontado una larga enfermedad. Debía cumplir los 77 años el 16 de septiembre.

Ex presidente de la Conferencia Episcopal de Brasil y arzobispo emérito de San Salvador de Bahía, el cardenal Moreira Neves ha sido considerado como una de las figuras más destacadas de la Iglesia en América Latina tras el Concilio Vaticano II, así como del colegio cardenalicio en los años noventa.

Al recibir la noticia de su fallecimiento, Juan Pablo II lo ha definido en un telegrama enviado a sus familiares como un «servidor fiel de la Iglesia en Brasil y de la Sede Apostólica».

Religioso de la Orden de los Frailes Predicadores (dominicos), el futuro cardenal desempeñó los inicios de su ministerio sacerdotal (fue ordenado en 1950) como maestro de novicios y como asistente de estudiantes universitarios en Río de Janeiro.

A inicios de los años sesenta fue consejero espiritual de Movimiento de Familiar Cristiano y consejero espiritual de los intelectuales y artistas, sobre todo del teatro, en Río de Janeiro y São Paulo.

Nombrado obispo por Pablo VI, en 1967, con el encargo de auxiliar de la arquidiócesis de São Paulo, dedicó buena parte de sus energías a la pastoral de los laicos.

Quizá por este motivo, el mismo Papa le llamó a Roma para nombrarle vicepresidente del Consejo Pontificio para los Laicos, en 1974.

Juan Pablo II, en octubre de 1979, le confío dos encargos decisivos: secretario de la Congregación vaticana que le asiste en el nombramiento de los obispos y secretario del Sacro Colegio de Cardenales.

En 1987, el Papa Karol Wojtyla le envío de nuevo en misión a Brasil nombrándole arzobispo metropolita de São Salvador da Bahía y al año siguiente le creó cardenal.

En 1990, fue relator del Sínodo de los Obispos del mundo sobre el tema de la formación sacerdotal.

En 1995 fue escogido presidente de Conferencia de Obispos Católicos de Brasil. Abandonó el cargo en 1998, pues el Papa volvió a llamarle a Roma para nombrarle prefecto de la Congregación vaticana para los obispos y presidente de Comisión Pontificia para América Latina (primer latinoamericano en ocupar este cargo).

Por razones de salud (padecía diabetes) y de edad, renunció a estos dos cargos el 16 de septiembre de 2000.

En la última entrevista que mantuvo con Zenit, el cardenal Moreira Neves insistió, sin embargo, en que más allá de los cargos desempeñados, la misión que más le había apasionado en su vida fue la de transmitir el cariñoso amor de Dios, tal y como lo experimentó la mujer a la que más admiró en su vida: santa Teresita de Lisieux.

Fue, de hecho, el gran «postulador» de la proclamación de la joven santa Teresa como doctora de la Iglesia, según él mismo confesaría en 1997 en una entrevista al diario parisino «La Croix».

Defensor de los derechos humanos, lanzó la construcción de una ciudad para los niños de la calle de São Salvador da Bahía.

Al pronunciarse sobre la Teología de la Liberación, distinguía entre dos corrientes principales internas a la misma: una («oportuna y necesaria», según sus palabras textuales) quiere ser una reflexión teológica a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia sobre la justicia social; la otra («cuyo destino está echado», decía) es un análisis de la sociedad según los dogmas marxistas (Cf. «Cardinali del Terzo Millennio», pag. 156). El tiempo le daría la razón.

Las exequias del cardenal Moreira Neves tendrán lugar el miércoles, 11 de septiembre, a las 17:30 en el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro del Vaticano. El rito será presidido por Juan Pablo II, quien pronunciará la homilía, mientras que la liturgia eucarística será celebrada por el cardenal Joseph Ratzinger, vicedecano del Colegio de los Cardenales, junto a otros purpurados.

Con el fallecimiento del cardenal Lucas Moreira Neves, el Colegio de Cardenales queda compuesto por 173 purpurados, de los cuales 117 son electores y 56 no electores (por haber superado los ochenta años).

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ZENIT Staff

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