Falleció el obispo más joven del Concilio Vaticano II

Monseñor Alcides Mendoza, arzobispo emérito del Cusco

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ROMA, jueves 21 junio 2012 (ZENIT.org).- En la noche del miércoles 20 de junio falleció a los 84 años monseñor Alcides Mendoza, arzobispo emérito del Cusco, Perú, quien fue el obispo más joven en participar en el Concilio Vaticano II con solo 34 años.

En 1958, cuando tenía 30 años, monseñor Alcides Mendoza fue nombrado por el papa Pío XII el primer obispo de la diócesis de Abancay, convirtiéndose así en el obispo más joven del mundo.

“Recuerdo cuando se lo conté a mi madre. ¿Tú obispo?», me preguntó. Luego me tomó las manos y me dijo: «Que la distinción que te hace la Iglesia no sea para ti motivo de orgullo ni de soberbia. Más bien, empieza a servir mejor a Dios», dijo monseñor Alcides en una entrevista concedida a ZENIT, en diciembre de 2008.

Su vida

Monseñor Alcides Mendoza Castro nació en La Mejorada, provincia de Huancavelica, Perú, el 14 de marzo de 1928. A los siete años comenzó a hacer catequesis con los misioneros redentoristas y así sintió la llamada a la vida sacerdotal. Ingresó en el seminario menor de Ayacucho a los 12 años. Fue ordenado sacerdote el 15 de septiembre de 1951. En 1958, el papa Pío XII lo nombró obispo de Abancay. Fue el primer sacerdote en celebrar una misa en quechua y tradujo el misal a este idioma.

En 1967, pasó a ser vicario castrense del Perú por nombramiento del papa Pablo VI, misión en la que permaneció hasta 1983, cuando Juan Pablo II lo designó arzobispo del Cusco. Ha sido el único obispo del mundo en recibir el palio arzobispal en su propia diócesis de manos del papa. En el Cusco permaneció veinte años hasta que le fue aceptada la renuncia por límite de edad.

En las diferentes diócesis donde estuvo fundó importantes obras sociales como escuelas para ciegos, para sordomudos, asilos de ancianos, orfelinatos, centros de rehabilitación entre otras. También llevó a diferentes comunidades religiosas, tanto de vida contemplativa como activa, a sus respectivas diócesis.

En 2008, cumplió 50 años de misión episcopal y el 7 de junio del mismo año el entonces presidente del Perú Alan García lo condecoró con la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Gran Cruz. “Como un San Pablo original [monseñor Mendoza] ha caminado por todos los rincones de la patria llevando una palabra siempre evangélica y, al mismo tiempo, una palabra de esperanza», dijo el hoy expresidente peruano.

Monseñor Alcides se caracterizaba por su jovialidad y buen humor. También por su amor a la Iglesia y por su sabiduría en medio de su sencillez. Vivía retirado en la localidad de Chaclacayo, muy cerca a Lima donde brindaba su atención pastoral en diferentes áreas. Falleció en la capital peruana el pasado 20 de junio.

Monseñor Alcides dijo a ZENIT en diciembre de 2008 que cuando habla con un nuevo obispo, le da el siguiente consejo: «Haz de tu vida un camino de Eucaristía y de María, siguiendo el derrotero de la humildad para que puedas decir como María: ‘ha visto la humildad de su esclava y por eso ha hecho cosas grandes en mí el que es Todopoderoso'».

Funerales

El Cardenal Juan Luis Cipriani presidirá la Santa Misa de cuerpo presente de monseñor Alcides Mendoza, mañana viernes 22 de junio a las 10 de la mañana en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Surco. 

Mañana, después de la Santa Misa, tendrá lugar el traslado al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez para ser transportado a la Ciudad del Cusco, por deseo expreso suyo. Las exequias se realizarán en la catedral cusqueña con los honores correspondientes a su condición de arzobispo emérito.

Se acaba de publicar una biografía suya por la periodista Carmen Elena Villa, titulada «Al servicio de Dios» (ver: http://www.zenit.org/article-42471?l=spanish).

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ZENIT Staff

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