Fe y unidad en las manifestaciones que rechazaron la manipulación política en Ucrania

Constata el cardenal Lubomyr Husar, al frente de la Iglesia greco-católica en el país

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, miércoles, 22 diciembre 2004 (ZENIT.org).- Católicos, ortodoxos y protestantes oraron juntos «para indicar la voluntad de querer cambiar el sistema, aún ligado al régimen comunista que intentó erradicar la fe, pero no logró destruirla», constata el cardenal Lubomyr Husar haciendo balance de las manifestaciones que denunciaron el reciente fraude electoral en Ucrania.

Tras la segunda vuelta electoral del 21 de noviembre, Ucrania contempló día a día protestas muy concurridas. Datos oficiales habían proclamado vencedor al actual primer ministro filo-ruso Víctor Yanukóvich, pero fueron fuertemente contestados por los partidarios de su adversario, Víctor Yúschenko, como fruto de un enorme fraude.

Acogiendo los recursos presentados por la oposición, el Tribunal Supremo de Ucrania anuló doce días después de su celebración la segunda vuelta de las elecciones presidenciales porque «se cometieron falsificaciones» que hacían «imposible determinar el resultado». La votación entre Yanukóvich y Yúschenko se repetirá el 26 de diciembre.

Durante casi dos semanas los seguidores de Yúschenko fueron capaces de permanecer en el centro de Kiev y en otras ciudades ucranianas, a pesar de las nevadas y de las gélidas temperaturas. Llegaron a asediar los edificios de las autoridades, pero nunca a la violencia.

Desde Roma, el cardenal Lubomyr Husar –arzobispo mayor de Lviv de los Ucranianos, está al frente de la Iglesia greco-católica en Ucrania– reconoció que las Iglesias habían sido el instrumento principal para mantener pacíficas aquellas manifestaciones (Cf. Zenit, 6 diciembre 2004).

El purpurado fue recibido el 7 de diciembre por Juan Pablo II. Tuvo oportunidad de agradecer al Santo Padre la oración por la difícil situación ucraniana. El Papa «nos ha invitado a tener confianza en Dios y ha dirigido una especial bendición al pueblo ucraniano, explicó en una entrevista difundida por «Korazym» la semana pasada.

El cardenal Husar había apoyado claramente a la población que se echó a las calles en Kiev pidiendo nuevas elecciones. Y es que manifestándose «la gente demostró que no quería ser manipulada –afirmó–. Es natural que la Iglesia se alineara de parte del pueblo, porque creo que tiene todo el derecho de protestar contra la manipulación política», y la «gente está contenta de ver que la Iglesia está de su parte y a favor de la justicia».

«En este período particularmente turbulento para nuestro país, el sentido de la fe es fuerte y la gente ha orado mucho», subrayó.

«Católicos, ortodoxos, protestantes han orado juntos precisamente para indicar la voluntad de querer cambiar el sistema, aún ligado al régimen comunista que ha buscado erradicar la fe, si bien no ha logrado destruirla»; «si queremos alcanzar la plena democracia, debemos apoyarnos en nuestra fe, y la gente quiere hacerlo, como lo han demostrado», añadió.

Con vistas a la cita del próximo domingo, el prelado afirmó que «las elecciones pueden abrir una espiral de pacificación si hay un cambio político radical». «Si gana el candidato propuesto por el poder existente, no habrá esperanza de un auténtico cambio», alertó.

De hecho, en su opinión, la noticia del presunto envenenamiento del líder de la oposición –Yúschenko— indica «que tenemos un poder capaz de todo, como en los tiempos de la Unión Soviética, que no se detiene ante nada».

Trazando los desafíos que enfrenta el país, al que definió como «policonfesional», el cardenal Husar abordó también la «posibilidad de un verdadero ecumenismo», que se tiene «allí donde no entra la política».

Y es que, «lamentablemente, el Patriarcado [ortodoxo. Ndt] de Moscú está muy politizado y ha apoyado abiertamente al candidato Yanukóvich con declaraciones y actos religiosos muy fuertes», informó. «Para nosotros –prosiguió el cabeza de la Iglesia greco-católica en Ucrania– es muy difícil tener un diálogo con ellos. Quien no piensa como ellos no tiene derecho de palabra…».

En cualquier caso, en este terreno «la gente está abierta» y los fieles católicos y ortodoxos «están dispuestos al diálogo»; son las «altas cúpulas del clero quienes hacen “poco ecumenismo” y no invitan a la gente a un acercamiento más vivo y más real», observó.

La mayoría de la población de Ucrania, república ex soviética de más de 47 millones de habitantes, es ortodoxa. El 13% es católico, en buena parte de rito oriental.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación