Fecundación in vitro: riesgo para la madre y el hijo

Rechazada por la Iglesia, suscita ahora reservas en los médicos

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VIENA, 20 julio 2002 (ZENIT.org).- La Iglesia católica viene advirtiendo desde hace mundo tiempo sobre los problemas morales que plantea la fecundación in vitro (FIV). Ahora, son los doctores quienes aconsejan a las parejas no precipitarse a la hora de someterse a un tratamiento de este tipo.

Esta ha sido, de hecho, la recomendación ofrecida por la conferencia de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embrionología reunida en Viena hace dos semanas.

El Dr. David Dunson, del National Institute of Environmental Health Sciences de Carolina del Norte, asegura que muchas parejas se embarcan en tratamientos de FIV, cuando podrían tener un bebé por medios naturales, según informaba el Times de Londres el 4 de julio.

Los estudios han demostrado que muchas mujeres que no logran concebir tras intentarlo durante un año –momento en que muchos doctores recomiendan la FIV–, quedan embarazadas de modo natural en los doce meses siguientes.

Dunson explica que muchas parejas malinterpretan los estudios que muestran que la fertilidad de la mujer comienza a bajar en torno a los treinta años, y decae bruscamente cuando ronda los cuarenta. Esto sólo significa que llevará más tiempo concebir, no que sea imposible sin ayuda médica, afirma.

Los médicos deberían evitar en lo posible las terapias de reproducción asistida por sus efectos secundarios, afirmaba. “La FIV puede dar lugar a un creciente riesgo de embarazos múltiples, complicaciones durante el embarazo, bajo peso al nacer, taras importantes en el nacido y, a largo plazo, discapacidades en los niños que sobrevivan”, advertía. “Además, el porcentaje de éxitos con la terapia asistida se reduce con la edad, mientras que los efectos secundarios aumentan”.

Riesgo para los embriones
Un informe anterior a la conferencia de Viena advertía de que el uso de múltiples embriones durante el tratamiento de FIV no sólo es innecesario sino que también pone en peligro a los bebés, informó el 1 de julio la BBC.

La mayoría de los tratamientos de FIV implantan más de un embrión en el útero, para asegurar el embarazo. Pero un estudio llevado a cabo por expertos franceses, presentado en la conferencia de Viena, afirmaba que un solo embrión tiene tantas posibilidades de éxito como dos o más.

La investigación se basaba en un análisis de cerca de 25.000 embarazos de mujeres que se han sometido a tratamientos de reproducción asistida entre 1986 y 1998. Los embarazos dieron como resultado el nacimiento de 32.389 bebés. De ellos, 18.235 fueron únicos, 11.905 mellizos y 1.772 trillizos.

“El embarazo múltiple es un factor de riesgo muy importante para la salud de los bebés”, comentaba el jefe de la investigación, Emile Papiernik, del hospital Port Royal de París.

En una rueda de prensa que tuvo lugar en Viena, el Dr. Karl Nygren, profesor asociado de obstetricia y ginecología en el Hospital Sofiahemmet de Estocolmo, afirmó que el porcentaje natural de nacimientos múltiples era de alrededor de un 1%, sin embargo, en las mujeres que usaban técnicas de reproducción asistida, el porcentaje se situaba entre un 20 y un 40%.

En el grupo estudiado, nueve de cada diez embarazos de trillizos, y cuatro de cada diez de mellizos, nacieron prematuramente, comparados con casi el 8% de los embarazos de un sólo bebé. Además, el 57% de los bebés con problemas de tamaño eran trillizos, cerca del 43% mellizos y sólo el 17% provenían de embarazos únicos.

Las muertes en el periodo del nacimiento eran cinco veces más frecuentes en los trillizos que en los nacidos solos –un porcentaje de 40 por 1.000 comparado con el 8 por 1.000 que se verifica en el caso de bebés únicos. Para los mellizos era de un 20 por 1.000.

Los embarazos múltiples no ponen en peligro sólo a los bebés. Las mujeres que conciben múltiples bebés con la FIV corren más riesgo de sufrir problemas de tensión alta que las mujeres que tienen concepciones múltiples de manera natural, informaba Reuters el 28 de febrero.

La agencia de noticias citaba un informe publicado en la entrega de marzo de Obstetrics & Gynecology. El estudio examinó a 528 madres que habían tenido mellizos, trillizos o cuatrillizos entre 1994 y el año 2000. Entres estas mujeres, 69 habían concebido con las técnicas de reproducción asistida (TRA).

Los investigadores descubrieron que las mujeres que se habían sometido a las TRA tenían el doble de posibilidades de sufrir pre-eclampsia que las que habían concebido naturalmente, pues la que la presión sanguínea alcanza niveles peligrosos durante el embarazo. Y las mujeres que recurren a las TRA estaban casi cinco veces más expuestas a tener alguna forma severa de pre-eclampsia, con peligro para su vida, indica el informe.

Riesgo de malformaciones
Otros estudios apuntan al alto nivel de problemas de salud para los bebés concebidos a través de programas de FIV. Según un informe del 5 de julio de Australian Broadcasting Corporation, una investigación, en el estado de Australia Occidental, descubría que existe el doble de riesgo de nacimiento con graves defectos en los bebés nacidos con la FIV que en los concebidos naturalmente.

Un estudio, en el que Michele Hansen ha trabajado como coautora, realizado en el Institute for Child Health Research, reveló que los bebés concebidos a través de concepción asistida tenían un 9% de riesgo de graves defectos en el nacimiento. Los investigadores seguirán trabajando sobre este hallazgo con un proyecto de seguimiento de los niños durante sus primeros seis años de vida.

Anteriormente, un estudio publicado por el New England Journal of Medicine revelaba que los bebés nacidos con la FIV corren el doble de riesgo de nacer con malformaciones y con bajo peso, informaba el Washington Post el 7 de marzo.

El artículo hacía notar que los métodos usados por las clínicas de fertilidad no han sido sometidos a pruebas gubernamentales sobre su seguridad, como se requiere con los medicamentos. El estudio sale a la luz en un momento en el que la reproducción asistida es cada vez más popular en Estados Unidos, con cerca de 82.000 intervenciones (que han llevado al nacimiento de 29.000 niños) en 1998, un aumento del 12% en relación al año anterior.

Otro estudio ha revelado también que la FIV provoca problemas en los bebés, incluso cuando se trata de nacimientos únicos. Un informe del 22 de enero de Health Scout News citaba declaraciones de la autora del estudio, Rebecca Jackson, directora médica del Women’s Health Center en el Hospital General de San Francisco, en las que advertía de que se podrían presentar problemas durante cualquiera de los muchos pasos implicados en la FIV.

Algunos factores de riesgo incluyen “las medicinas usadas para inducir la ovulación, el proceso de fertilización y crecimiento del embrión in vitro, el proceso de reimplantación del embrión en el útero”, afirmaba la doctora Jackson, que presentó sus hallazgos en el encuentro anual de la Sociedad Estadounidense para la Medicina Reproductiva.

El estudio de Jackson era un análisis comprensivo de otros 13 estudios que examinaban más de 10.000 embarazos de FIV y un millón y medio de concepciones naturales. Su meta era comparar los riesgos de mortalidad infantil, nacimientos prematuros, carencia de peso en el nacimiento, o de estatura entre los bebés de las mujeres que habían concebido naturalmente y los de las que habían logrado quedar embarazadas usando la FIV.

Tras tener en cuenta la edad de la madre, así como el número de embarazos anteriores, Jackson afirma que el estudio ha revelado que el índice más alto en complicaciones para los niños se da en los casos de mujeres que han concebido a través de la FIV.

Otro estudio, llevado a cabo en el Hospital Universitario de la Infancia de Uppsala, Suecia, reveló que los bebés nacidos como resultado de la FIV corren tres veces
más riesgo de desarrollar desórdenes neurológicos, incluyendo discapacidades cerebrales, que los niños concebidos naturalmente, informó el diario británico Independent el 8 de febrero.

El estudio comparaba 5.680 niños FIV de edades entre 18 meses y 14 años con 11.360 niños de la misma edad concebidos naturalmente.

Los científicos implicados en el estudio creen que estos hallazgos podrían explicarse por las complicaciones que surgen, con frecuencia, cuando dos o más embriones utilizados en la FIV comparten la misma matriz, más que por las técnicas de FIV en sí mismas.

La Iglesia ha advertido a menudo de los problemas morales de las técnicas FIV, que en muchos casos destruyen vidas humanas en sus albores. Ahora la ciencia también encuentra considerables desventajas médicas.

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ZENIT Staff

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