Francia se prepara para hacer un “punto de la situación” del cristianismo

Lille acogerá los Estados Generales del cristianismo

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LILLE, miércoles 22 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Los primeros Estados Generales del cristianismo tendrán lugar en la ciudad francesa de Lille los próximos días 23, 24 y 25 de septiembre.

Se trata de un proyecto sencillo, pero un poco loco: reunir a miles de participantes y a un centenar de ponentes en torno a la cuestión ¿Nuestra época necesita a Dios?.

Publicamos a continuación una entrevista a Jean-Pierre Denis, director de la redacción del semanario La Vie, en la iniciativa del evento.

¿Por qué organiza usted estos Estados Generales del cristianismo?

Jean Pierre Denis: Desde la larga secuencia del caso Williamson hasta el debate sobre la pedofilia, nos ha parecido indispensable mostrar que el cristianismo es algo más que polémicas estériles.

El mensaje del cristianismo es muy importante para nuestra sociedad y hay que hacer todo lo posible para que pueda escucharse.

Además, he conocido últimamente a numerosas personas y he constatado que muchas de ellas están interesadas en hablar del cristianismo.

La época llama a un verdadero ecumenismo, es decir, un diálogo con los que no necesariamente están de acuerdo con nosotros.

Necesitamos un estado de la cuestión del lugar del cristianismo, sin negar nuestras identidades y nuestras conviciones.

La crisis del cristianismo es innegable y al mismo tiempo hay una verdadera expectativa espiritual en nuestra sociedad.

Hay que aprovechar estos dos extremos para mostrar un mensaje positivo. Finalmente, demasiado a menudo nos quedamos en debates de culto o de sacristía, mientras se nos reclama sobre cuestiones sociales abordadas sin tabúes.

– ¿Es urgente plantear la cuestión del lugar del cristianismo?

Jean Pierre Denis: Sí, es urgente. La sociedad está hoy descristianizada. Acepta el mensaje cuando se adapta a su opinión, pero si no, encuentra a la Iglesia moralizante, cursi y fuera de lugar.

Creo que el cristianismo es la piedra en el zapato, la única contra-cultura crítica e imaginativa. El mensaje cristiano es una novedad para la sociedad, un radicalismo provocador.

Además, yo publico estos días un libro titulado Pourquoi le christianisme fait scandale? (¿Por qué el cristianismo escandaliza?, n.d.t.).

Al mismo tiempo, hay en la sociedad descristianizada un renovado interés por lo espiritual.

– ¿Qué diferencia hay entre cristianismo y cristiandad, entre un cristianismo defensivo y un cristianismo radiante?

Jean Pierre Denis: La palabra “cristiandad” remite a un pasado en el que el cristianismo era dominante y daba forma a la cultura. A veces es una nostalgia que enferma y de la que hay que salir.

El cristianismo radiante se encarna en el mundo sin ser del mundo. Cuando se testimonia sin arrogancia la propia fe, interesa.

Esto es nuevo y muy prometedor en nuestra sociedad: hemos salido de una época en la que podíamos salir a la conquista, declarando “yo tengo la verdad”. Ahora, hay que decir en qué creemos.

– Las personalidades invitadas tienen posturas muy diversas, hay algunos católicos que no siempre siguen el magisterio de la Iglesia. ¿Por qué?

Jean Pierre Denis: Las divisiones existen siempre: si no estamos de acuerdo entre nosotros, ¡hablemos! Olvidemos nuestras pequeñas excomuniones recíprocas. La época nos llama al diálogo.

Yo no he pedido a los ponentes que me digan de antemano lo que van a decir, no les he pedido al entrar certificados de buen pensamiento o diplomas de Teología.

Así, Christine Pedotti, de la conferencia de bautizados/as de Francia, debatirá con el abad Vincent Ribeton, de la Fraternidad de San Pedro.

No se excluirá ninguna sensibilidad. Habrá también no cristianos y tenemos el apoyo de la Universidad Católica de Lille y del obispo monseñor Ulrich, sin el cual los Estados Generales no se celebrarían.

– Uno de los debates se titula Cambiar la Iglesia, sí, pero ¿en qué sentido?. ¿Cree que la Iglesia debe cambiar?

Jean Pierre Denis: Los fundamentos no cambian, la Iglesia siempre está en movimiento y la tradición, viva.

Se trata, entonces, de distinguir lo que es fundamental y no debe cambiar de lo que evoluciona y puede mejorarse. Yo no tengo la conclusión, la aventura está en marcha.

– La última sesión plenaria trató la cuestión de la evangelización. ¿Por qué es una cuestión importante?

Jean Pierre Denis: Desde los orígenes del cristianismo, el anuncio es lo que nos hace vivir. La evangelización es, por tanto, una cuestión fundamental para la Iglesia y para la sociedad.

Pero hay muchos debates tras esta palabra. Primer debate: ¿se necesita una evangelización explícita? Todo el mundo está de acuerdo actualmente en decir que es necesario un anuncio de la fe.

Segundo debate: ¿cuáles son los contenidos de la evangelización y cómo hay que proceder? Hay numerosos métodos: estarán presentes los responsables de los Cursos Alpha, los Scouts de Francia y los protestantes evangélicos.

– Su periódico habla cada vez más de evangelización. ¿Es por un propósito fijado?

Jean Pierre Denis: ¡Sí, claramente! Los cristianos están dispuestos a anunciar el Evangelio desde los orígenes de la Iglesia, esto me parece una evidencia.

Pero la evangelización no es monopolio de los movimientos que responden a la llamada de la nueva evangelización, por ejemplo la Acción Católica.

Hay enfoques diferentes: la oposición entre las distintas sensibilidades está superada. Se juzga mal a menudo a los cristianos con más sensibilidad social cuando se piensa que no tienen esta preocupación.

El “orgullo católico” no es la única evangelización, toda misión supone una cierta forma de humildad.

– ¿Qué lugar tendrá la oración en estos Estados Generales?</b>

Jean Pierre Denis: Los Estados Generales no son un coloquio, sino un encuentro. Reunirse sin Dios sería una lástima, de manera que la oración estará presente todo el tiempo.

Habrá una noche entera de oración, para todas las sensibilidades. Los monjes trapenses de Mont-des-Cats celebrarán excepcionalmente el oficio de la noche con nosotros.

Habrá un tiempo de adoración animado por Juventud 2000, una alabanza con la Comunidad del Emmanuel y después Taizé, el Camino Neocatecumenal, Coexister, las hermanas cistercienses bernardas de San Andrés, el coro ortodoxo de la parroquia de San Nicolás de Lille,…

Acabaremos estas jornadas con una celebración ecuménica con el vicepresidente de la conferencia episcopal de Francia y su homólogo ortodoxo.

Me atrevo a decir que, más allá de las palabras, esta dimensión de comunión, este momento de oración en común, será un momento histórico para la Iglesia en Francia.

Creo que no hay compromiso sin espiritualidad ni espiritualidad sin compromiso. La oración permite que se crucen las dimensionesn horizontal y vertical del cristianismo.

[Entrevista realizada por Jean-Baptiste Maillard, traducción del francés por Patricia Navas]

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ZENIT Staff

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