Francisco a Comunión y Liberación: '¡En el centro solo está el Señor!'

El Santo Padre recibe en audiencia a sus miembros con motivo del 60 aniversario del nacimiento del movimiento y el décimo aniversario de la muerte de Don Giussani

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El papa Francisco ha recibido este sábado a más de 80 mil miembros de Comunión y Liberación (CL) en la Plaza de San Pedro, con motivo del décimo aniversario de la muerte de su fundador, Don Luigi Giussani, y cuando se cumplen 60 años del nacimiento del movimiento.

Durante el multitudinario encuentro, todos los presentes han recibido al Santo Padre entonando «Zamba de mi speranza«, un canto popular argentino muy apreciado por el Pontífice.

En sus palabras de bienvenida, el presidente de la Fraternidad Comunión y Liberación, Don Julián Carrón, ha asegurado al papa Francisco que «hemos venido como mendigos, con el deseo de aprender, para ser ayudados a vivir con pasión el carisma recibido». «Nosotros, como todos, necesitamos la mirada misericordiosa del Señor de la que usted, Santidad, es signo e instrumento», ha añadido. Y ha reconocido también que «estamos aquí, Santidad, con la tensión de vivir la renovación de ese acontecimiento que nos permite experimentar la alegría de ser cristianos».

El Santo Padre, muy agradecido por el cariño con el que ha sido recibido y por las palabras de Carrón, ha asegurado que la labor de Mons. Luigi Giussani ha marcado tanto su vida sacerdotal como la personal a través de sus libros y artículos. «Su pensamiento es profundamente humano y llega hasta el más íntimo anhelo del hombre», ha afirmado el Pontífice. Y así ha recordado la importancia que tenía para Don Giussani «el encuentro no con una idea, sino con una Persona, con Jesucristo» que es quien «nos da la libertad».

En esta línea, el Papa ha advertido que «¡el carisma no se conserva en una botella de agua destilada! Fidelidad al carisma no quiere decir ‘petrificarlo’ –es el diablo el que ‘petrifica’– no significa escribirlo en un pergamino y ponerlo en un cuadro».

«La referencia al legado que os ha dejado Don Giussani –ha explicado– no puede reducirse a un museo de recuerdos, de decisiones tomadas, de normas de conducta. Comporta, en cambio, fidelidad a la tradición, y fidelidad a la tradición, decía Mahler, significa tener vivo el fuego, no adorar las cenizas». «Don Giussani no os perdonaría nunca que perdierais la libertad y os transformarais en guías de museo o adoradores de cenizas», ha destacado Francisco. 

Asimismo, el Santo Padre ha pedido a los fieles que recuerden que «¡en el centro solo está el Señor!», que nos precede siempre, y que salgan a la búsqueda de los alejados para «servir a Jesús en cada persona marginada, abandonada, sin fe, decepcionada por la Iglesia, prisionera de su propio egoísmo».

«Cuando somos esclavos de la autorreferencialidad –ha advertido– terminamos por cultivar una ‘espiritualidad de etiqueta’: ‘Soy CL’. Esta es la etiqueta; y luego caemos en las mil trampas que nos ofrece la complacencia autorreferencial, el mirarnos en el espejo que nos lleva a desorientarnos y convertimos en meros empresarios de una ONG». 

«‘Salir’ significa también rechazar la autorreferencialidad, en todas sus formas, significa saber escuchar a aquellos que no son como nosotros, aprendiendo de todos, con sincera humildad», ha indicado.

Cada una de las ideas del discurso del Pontífice argentino han sido aplaudidas por los miembros del movimiento. Durante su esperada intervención, el papa Francisco ha insistido en que el camino de la Iglesia es dejar que se manifieste la gran misericordia de Dios.

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ZENIT Staff

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