El papa Francisco ha recibido esta mañana en audiencia a los miembros de la Papal Foundation, institución caritativa estadounidense que comenzó en 1988 como una respuesta al deseo del clero católico y los laicos en EEUU para apoyar al Santo Padre y su testimonio en el mundo. El encuentro se ha celebrado en ocasión de su peregrinaje anual a Roma.
Francisco les ha recordado que durante el periodo pascual todos los cristianos del mundo están unidos al celebrar la victoria del Señor sobre el pecado y sobre la muerte, «al alba de la nueva creación y la efusión del Espíritu Santo». Por ello, les ha deseado que «la alegría de la resurrección colme vuestros corazones de esa paz que el mundo no puede dar y vuestra oración en las tumbas de los apóstoles y de los mártires os renueve en la fidelidad al Señor y a su Iglesia».
Tal y como ha recordado el Pontífice, desde su constitución, la Papal Foundation ha buscado promover la misión de la Iglesia, con la ayuda de una gran gama de obras de caridad «particularmente queridas por el Sucesor de Pedro».
De este modo, el Santo Padre ha manifestado su reconocimiento por la «asistencia que la Fundación ha dado a la Iglesia en los países en vías de desarrollo a través de donaciones en apoyo a proyectos educativos, caritativos y apostólicos, pero también con becas de estudio que pone a disposición de laicos, sacerdotes y religiosos para sus estudios aquí en Roma».
Asimismo, el Papa ha reconocido que de esta forma la fundación contribuye a «asegurar la formación de una nueva generación de guías de la comunidad, las cuales en la mente y en el corazón están forjadas por la verdad del Evangelio, de la sabiduría de la doctrina social católica y del profundo sentido de comunión con la Iglesia universal en su servicio a la entera familia humana».
Al concluir, Francisco ha indicado que -«en estas jornadas de gran importancia marcadas por la canonización de dos papas extraordinarios de nuestro tiempo»- reza para que sean confirmados en la gracia del bautismo y en el compromiso de ser discípulos misioneros llenos de la alegría que surge del encuentro personal con Jesús resucitado.
En su página web, la fundación explica que su visión es «establecer un fondo patrimonial que fortalezca la capacidad del Santo Padre para cumplir la misión de San Pedro. Los ingresos generados por la inversión de capital crea una fuente perpetua de ingresos. No se invierte en empresas que se dedican a actividades incompatibles con la fe».
