Pope Francis delivers his message 'May peace be with you"

ANSA - EPA/JASMIN BRUTUS

Francisco: 'Es posible curar las graves heridas del pasado reciente'

10.10 – Sarajevo: En la bienvenida del Santo Padre en el Palacio Presidencial de Sarajevo da el primer discurso de la jornada, en el que recuerda que los políticos están llamados a ser los primeros servidores de sus comunidades

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

El santo padre Francisco ha aterrizado en Sarajevo a las 9 de la mañana de este sábado, 6 de junio. Así ha dado inicio su octavo viaje internacional del Santo Padre, el onceavo país que visita como Pontífice, el tercero en Europa.     

Durante el vuelo de Roma a Bosnia, el Papa ha definido la ciudad a la que viajaba como “la Jerusalén de Occidente” que “ha sufrido mucho”. De este modo, ha asegurado que hace “este viaje como signo de paz y oración de paz”, según han informado los periodistas que viajan en el vuelo papal.

A su llegada al aeropuerto de Sarajevo, el Pontífice ha sido acogido por el miembro croata de la presidencia, Dragan Čović, en representación de la presidencia tripartita de Bosnia-Herzegovina. También estaban en el aeropuerto para darle la bienvenida el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Sarajevo, el cardenal Vinko Puljić, y el nuncio apostólico, monseñor Luigi Pezzuto.

Del mismo modo un grupo de niños, jóvenes y adultos, muchos de ellos vestidos con trajes regionales, han dado la bienvenida al Papa con carteles que decían “mir vama” que en bosnio quiere decir “la paz sea contigo”. Tras unos instantes saludando y conversando con los presentes que le saludaban en fila, el Papa se ha dirigido al coche.

Desde el aeropuerto, se ha trasladado al Palacio Presidencial de Sarajevo para la ceremonia de bienvenida. Allí ha sido acogido por los tres miembros de la presidencia de la República. La presidencia de este país está compuesta por tres miembros que representan las tres comunidades étnicas del país (bosnia musulmana, serbia y croata). El encargo de presidente de la presidencia se cubre por turnos cada ocho meses. Actualmente, es el turno del representante serbio: Mladen Ivanić

Después del encuentro privado, los tres miembros de la presidencia han presentado al Papa a sus familiares y se han realizado el intercambio de regalos. El regalo de Francisco ha hecho ha sido un cuadro en mosaico inspirado en una fotografía de los jardines vaticanos donde se ve la cúpula de la Basílica de San Pedro.         

El Santo Padre en su primer discurso de la jornada ha manifestado la alegría de estar en esta ciudad, “que ha sufrido tanto a causa de los sangrientos conflictos del siglo pasado, y vuelve a ser un lugar de diálogo y de convivencia pacífica”. De este modo, ha señalado que tanto Sarajevo, como este país, “tienen un significado especial para Europa y el mundo entero”. El Papa ha hecho referencia a las comunidades que viven aquí y profesan religiones diferentes y pertenecen a etnias y culturas distintas, pero esto “no ha sido obstáculo para que durante mucho tiempo hayan tenido relaciones de mutua amistad y cordialidad”.

Esta “Jerusalén de Europa”, representa  una encrucijada de culturas, naciones y religiones. Y ese papel –ha observado el Papa– requiere que se construyan siempre nuevos puentes, que se sanen y restauren los ya existentes, de modo que se asegure una comunicación fluida, segura y civil.

 Asimismo, Francisco ha asegurado que “se necesita un diálogo paciente y confiado, para que las personas, las familias y las comunidades puedan transmitir los valores de su propia cultura y acoger lo que hay de bueno en la experiencia de los demás”. De este modo, “es posible también curar las graves heridas del pasado reciente” y “mirar hacia el futuro con esperanza”.

Por otro lado, ha asegurado que dieciocho años después de la visita histórica de san Juan Pablo II, “vengo como peregrino de la paz y el diálogo”. El Santo Padre ha advertido que “es importante no contentarse con lo ya logrado, sino procurar que se adopten nuevas medidas para fortalecer la confianza y crear oportunidades para que aumente la comprensión y el respeto mutuos”. Para facilitar este proceso, el Pontífice ha asegurado que se necesita la cercanía y colaboración de la Comunidad internacional, en particular de la Unión Europea.

La paz y la concordia de este país es testimonio ante el mundo que la colaboración entre diversos grupos étnicos y religiones es posible, “que se puede dar una pluralidad de culturas y tradiciones que contribuyan a encontrar soluciones originales y eficaces a los problemas, que incluso las heridas más profundas pueden ser curadas a través de un proceso que purifique la memoria y dé esperanza para el futuro”, ha afirmado.

Por eso, Francisco ha asegurado que para oponernos con éxito a la barbarie de los que usan las diferencias como escusa para la violencia, tenemos que reconocer “los valores fundamentales de nuestra humanidad común”, “los valores en virtud de los cuales podemos y debemos colaborar, construir y dialogar, perdonar y crecer”.                     

Por otro lado, el Papa ha recordado que los responsables políticos están llamados a ser los primeros servidores de sus comunidades “con una actividad que proteja en primer lugar los derechos fundamentales de la persona humana, entre los que destaca el de la libertad religiosa”. Y para ello, “es indispensable que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley y su aplicación, independientemente de su origen étnico, religioso y geográfico”, ha añadido.

Finalmente, el Santo Padre ha recordado que la Iglesia católica “participa en el trabajo de reconstrucción material y moral” de este país y que la Santa Sede “se alegra por todo el camino recorrido en estos años y asegura su compromiso de seguir promoviendo la cooperación, el diálogo y la solidaridad”. Espera que Bosnia “pueda proceder en el camino emprendido, para que después del frío invierno florezca la primavera”.

Por su parte, el presidente de turno, Mladen Ivanic ha asegurado en su discurso que Bosnia ha sido símbolo de la verdadera comprensión y del amor entre las diferentes naciones y religiones, pero también el símbolo de la profunda división, de recíprocos enfrentamientos y sufrimientos. “Creemos que el tiempo de la incomprensión, de la intolerancia y de la división ya ha quedado atrás para nosotros, esperemos haber aprendido la lección del pasado reciente y que delante de nosotros haya un tiempo nuevo, un tiempo de comprensión y de reconciliación, un tiempo de colaboración”.

Al finalizar el encuentro, el Papa ha liberado unas palomas blancas, ha saludado a los fieles que le esperaban en la calle diciendo «mir vama” y se ha subido al papamóvil para dirigirse al Estadio donde celebra la eucaristía. 

 

                

            

            

                

                    

                

            

        

 

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

Rocío Lancho García

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación