Cardinal Giacomo Biffi

Archbishop of Bologna

Francisco expresa sus condolencias por la muerte del cardenal italiano Biffi

Desde Asunción del Paraguay el Santo Padre envía un telegrama

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El papa Francisco presente en Asunción del Paraguay por su viaje apostólico, envió un telegrama de condolencias al arzobispo de Bolonia, el cardenal Carlo Caffarra por la muerte a los 87 años de edad del cardenal italiano Giacomo Biffi, quien falleció la noche pasada en la ciudad de Bolonia, de la que fue arzobispo.

El purpurado que en el 2003 renunció a la dirección del arzobispado por motivos de edad, será enterrado el próximo martes en la cripta de la catedral de Bolonia.

El cardenal tuvo una actividad muy proficua y dio declaraciones que desataron polémica, como cuando había propuesto en el 2000 que en Italia se privilegiara la inmigración católica para que debido a sus afinidades culturales y religiosas pudieran integrarse mejor, lo que no fue debidamente entendido.

El mismo año en el Meeting por la Amistad entre los Pueblos, organizado por Comunión y Liberación en la ciudad italiana de Rimini, el cardenal ilustró el tema «2000 años: un ideal sin fin», cuando afirmó: «Quien afirma que no cree en Dios, de hecho, cree en todo, desde el horóscopo hasta la publicidad, o la política, de este modo no se convierte en un ateo, sino más bien en un crédulo». En el 2007 el cardenal predicó también los ejercicios espirituales ante la Curia Romana. 

El Santo Padre en su telegrama asegura que el cardenal “ha amado tenazmente a la Iglesia”, y destacó su servicio «a la formación humana y cristina de generaciones enteras» así como su «lenguaje directo y actual».

A continuación, el texto del telegrama dirigido al cardenal Carlo Caffarra:

“He conocido con tristeza la noticia de la muerte del cardenal Giaccomo Biffi, después de su larga enfermedad vivida con ánimo sereno y con abandono confiado a la voluntad del Señor. Deseo expresarle a usted y a la entera comunidad diocesana de Bolonia y a los familiares que sufren el luto del purpurado, mi profunda participación a su dolor.

Pienso con cariño a este querido hermano en el episcopado que ha servido con alegría y sabiduría al Evangelio y ha amado tenazmente a la Iglesia. Recuerdo con gratitud la intensa obra pastoral difundida antes como celoso presbítero y obispo auxiliar de Milán, después como guía atenta y sabia de esta arquidiócesis.

Es además conocido su incansable servicio a la formación humana y cristiana de generaciones enteras mediante la enseñanza y la publicación de diversas obras. Particularmente eficaz resultaba su lenguaje directo y actual puesto al servicio de la palabra de Dios, así como la apreciada predicación de los ejercicios espirituales, en particular los realizados en la Curia Romana.

En este momento de luto elevo fervientes oraciones al Señor para que por intercesión de la Bienaventurada Virgen de San Lucas, acoja a este su fiel servidor e insigne pastor en la Jerusalén Celeste. Y de corazón imparto a usted y a la querida Iglesia Felsiena y a todos aquellos que le han conocido y estimado, una especial bendición apostólica”.

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ZENIT Staff

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