Francisco: 'No puedo salir a ayudar a los pobres, mi limosnero sí'

Al arzobispo polaco ‘Corrado’ el papa le dijo: ‘La mejor cuenta de banco es la vacía si el dinero fue para los pobres’. Guardias Suizos le ayudan como voluntarios

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El santo padre Francisco el día de la ordenación, hablando con los familiares del arzobispo Konrad Krajewski le dijo: «Estos son mis brazos, son limitados, si los alargo con los brazos de Corrado, podemos tocar a todos los pobres de Italia». Y subrayó: «Yo no puedo salir, él en cambio tiene esa libertad’.

Lo indicó ayer Mons. Krajewski en un desayuno de trabajo informal en Roma, y cuyas declaraciones tuvieron amplia repercusión en la prensa mundial. 

Cuando Francisco se encuentra con él le pregunta si necesita dinero y una vez le dijo: «Una cuenta corriente es buena cuando está vacia, significa que el dinero ha ido para hacer el bien».

Cuando el papa nombró limosnero a monseñor Krajewski el 3 de agosto, le dijo que no necesitaba un escritorio, que podía venderlo. «Y no esperes que la gente llame, ve tú a buscar a los pobres, hazlo por mí»,  ha contado ayer en un encuentro informal con periodistas, el arzobispo polaco. El papa Francisco le pidió que hiciera como él hacía cuando era arzobispo de Buenos Aires: salir personalmente a llevar ayuda a los necesitados.

Cada mañana se levanta a las 4,30 y comienza su día respondiendo a las cartas que también el papa le gira. Antes de dar ayuda, Corrado contacta al párroco de esa familia, para estar seguro que no está siendo engañado.

Además de administrar estas donaciones, monseñor Konrad durante la noche visita hogares de ancianos y comedores o se encuentra con personas necesitadas para rezar y cenar con ellas. La limosnería apostólica, en el 2012, distribuyó a los pobres de Italia aproximadamente un millón de euros. Con las pequeñas limosnas también les regala un rosario «como los que el pontífice regala a los jefes de Estado». 

Incluso ayuda a personas que se encuentran por la calle, a veces extranjeros y para ello tiene la ayuda de algunos Guardias Suizos que fuera de su horario de trabajo y desde la llegada del nuevo papa le ayudan a Corrado como voluntarios, y que son muy valiosos pues al hablar varios idiomas pueden muchas veces acudir mejor a estas personas.

Don Corrado, que es así como se le conoce en el ambiente vaticano, contó que el papa le dice: «cada vez que alguien te llame  ‘excelencia’, pide la tasa para los pobres: ¡5 euros!»

Y aunque la prensa italiana hoy especulaba sobre la posibilidad que el santo padre haya acompañado alguna noche al limosnero para atender a los pobres de la calle, la Santa Sede lo ha desmentido. Lo que sí es seguro, es que esta función desempeñada por don Corrado es importante para Francisco y que cada vez que éste abraza a un pobre, le lleva de forma simbólica el abrazo del papa. 

«Al inicio será difícil -le dijo el papa al nombrarlo- pero verás que te he confiado la parte más bella del trabajo pastoral».

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ZENIT Staff

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