Francisco pide por el fin del conflicto en Ucrania

El Santo Padre, en la catequesis de esta semana, ha reflexionado sobre el aspecto positivo y decisivo de la figura del padre en la familia

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Una vez más, el pensamiento del santo padre Francisco ha ido al «amado pueblo ucraniano». “Lamentablemente la situación está empeorando y se agrava la contraposición de las partes”. Por eso, ha pedido rezar sobre todo por las víctimas, entre los que hay muchos civiles, y por sus familias, y “pedimos al Señor que cese lo antes posible esta horrible violencia fratricida”. Además, el Papa ha renovado el “apremiante llamamiento para que se haga todo esfuerzo –también a nivel internacional– para retomar el diálogo, única vía posible para llevar la paz y la concordia en esa tierra golpeada”.

Por eso, el Papa ha indicado que cuando escucha «las palabras ‘victoria’, ‘derrota’, siento un gran dolor una gran tristeza en el corazón». No son palabras justas, ha asegurado, la única palabra justa es paz, la única palabra justa. Y así, Francisco ha añadido: «Es necesario pensar que esta es una guerra entre cristianos, en la que se tiene el mismo bautismo, se está luchando entre cristianos, hay que pensar en este escándalo». A este punto, el Papa ha invitado a todos a rezar «porque la oración es nuestra protesta delante de Dios en tiempo de guerra». 

Estas palabras las dijo el papa hoy en la audiencia ante una repleta Aula Pablo VI. Allí le han recibido entre aplausos y gritos  de ¡Viva el Papa! Mientras agitaban sus banderas, se acercaban al extremo del pasillo para intentar dar la mano el Papa y poder recibir su bendición. Mientras Francisco saludaba, un grupo de cantantes latinoamericanos desde el escenario le cantó la conocida canción “Solo le pido a Dios”. Este grupo de artistas, da un concierto esta tarde en el Aula Pablo VI, en el marco del IV Congreso Internacional Scholas Occurrentes que se celebra esta semana en el Vaticano.

En la catequesis de esta semana, el Papa ha reflexionado sobre el papel del padre en la familia, como ya anunció la semana pasada. Así, cuando ha hecho el resumen en español ha indicado:

“Queridos hermanos y hermanas. Hoy quisiera referirme al aspecto positivo y decisivo de la figura del padre. Toda familia necesita un padre. Un padre que no se vanaglorie de que el hijo sea como él, sino que se alegre de que aprenda la rectitud y la sensatez, que es lo que cuenta en la vida. Esto será la mejor herencia que podrá transmitir al hijo, y se sentirá henchido de gozo cuando vea que la ha recibido y aprovechado”. Por eso, ha proseguido, “trata de enseñarle lo que el hijo aún no sabe, corregir los errores que aún no ve, orientar su corazón, protegerlo en el desánimo y la dificultad. Todo ello con cercanía, con dulzura y con una firmeza que no humilla. Para ser un buen padre, lo primero es estar presente en la familia, compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los hijos a medida que van creciendo.” La parábola evangélica del hijo pródigo –ha recordado el Papa— nos muestra al padre que espera a la puerta de casa el retorno del hijo. Sabe esperar, sabe perdonar. Así, ha afirmado que “también hoy los hijos, al volver a casa con sus fracasos, necesitan a un padre que los espera, los protege, los anima y los enseña cómo seguir por el buen camino. A veces tiene que castigarlo, pero nunca le da una bofetada en la cara. Muchas veces no lo admitirán, pero lo necesitan. Como todos necesitamos acudir al único padre bueno, como dice el Evangelio, el Padre nuestro que está en los cielos!”

A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española provocando un fuerte aplauso de los presentes. En particular, ha dicho el Santo Padre, ha saludado “a los venidos de España, Argentina, México, y otros países latinoamericanos. Pidamos al Señor que nunca falte en las familias la presencia de un buen padre, que sea mediador y custodio de la fe en la bondad, la justicia y la protección de Dios, como san José”.

Finalmente, tras los saludos en las distintas lenguas, Francisco ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. Tal y como ha recordado el Papa, mañana se celebra la memoria de santa Ágata, virgen y mártir. De este modo, el Pontífice ha pedido que esta santa que murió joven, haga comprender a los jóvenes “el valor de la vida vivida para Dios”.

Asimismo, ha deseado para los enfermos que su fe inquebrantable ayude a los enfermos a “confiar en el Señor en los momentos de desconsuelo”. Y que “su fortaleza en el martirio” le indique a los recién casados “los valores que verdaderamente cuentan para la vida familiar”.


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Staff Reporter

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