Francisco repitió la profesión de fe de san Pedro ante su tumba

El cardenal Comastri cuenta la visita del obispo de Roma a la necrópolis vaticana

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Justo debajo de la Basílica de San Pedro se encuentra la necrópolis, donde se custodia la tumba del primer papa de la Iglesia. El cuidado necesario especial de este lugar histórico-arqueológico permite solamente la visita de 250 personas al día. Una visita que dura una hora y media, un auténtico  recorrido por la historia cristiana pero que no es aconsejable para personas que sufran de claustrofobia o con problemas de salud por las condiciones especiales de temperatura y elevada humedad. Gracias al desarrollo de la tecnología las personas que no puedan ver esta necrópolis in situ podrán hacerlo a través de una visita virtual desde la página web del vaticano (http://www.vatican.va/various/basiliche/necropoli/scavi_italian.html).

A este lugar especial acudió ayer el santo padre para tener un rato de oración frente a la tumba de san Pedro. El cardenal Comastri, arcipreste de la basílica Vaticana, en una entrevista a Radio Vaticana explica el sentido de esta visita de Francisco. El cardenal informa de que comenzaron la visita desde el piso de las Grutas vaticanas y después bajaron a la necrópolis, haciendo un salto atrás de unos 1.800 años. Hasta 1939-1940, continúa explicando, la necrópolis estaba bajo tierra, porque los arquitectos de Constantino en el año 320, para crear el piso del pavimento de la primera basílica llenaron de tierra toda la parte empinada de la colina. Después de las excavaciones, todo apareció casi prodigiosamente. Y la primera parada fue frente al Mausoleo de los Egipcios, que es de finales del siglo II. En este Mausoleo, hay también una sepultura cristiana en medio de tantas sepulturas paganas. Y esa es una prueba evidente de que el cristianismo, precisamente como la levadura, estaba entrando en el mundo pagano. Ha contado Comastri que el papa escuchó las explicaciones y después exclamó: «Así sucede también hoy: somos levadura en medio del mundo pagano».

Después de esto, hicieron una parada delante de las lápidas funerarias de un hombre llamado Istatilio —Istatilius, está escrito–. Era un cristiano del que dice la inscripción funeraria: «Ha estado de acuerdo con todos y nunca ha causado enfrentamientos”. Al ver esto, cuenta el arcipreste en la entrevista, el papa afirmó: «¡Un buen programa de vida!». Cuando llegaron al lugar de la sepultura del apóstol Pedro, el papa estaba visiblemente emocionado y observó atentamente la pared blanca llena de escritos, que hacen referencia a la devoción hacia san Pedro sepultado en ese lugar. Después en la capilla Clementina, delante de la tumba del apóstol, el papa se arrodilló en el suelo y todos repitieron en voz alta las tres profesiones de fe de Pedro reflejadas en los Evangelios. Dice Comastri que «ha sido muy bonito oír al papa que decía con todos nosotros las palabras de Pedro: ‘Señor, tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo’. Después el papa, en voz alta, pronunció la otra profesión de fe de Pedro, después del anuncio de la Eucaristía: ‘Señor, ¿a dónde iremos? Tú tienes palabras de vida eterna’. Luego, hemos repetido la tercera profesión de fe de Pedro, hecha en las orillas del lago de Galilea, cuando Jesús –después de la negación- le pregunta tres veces: ‘Simón, ¿me quieres?’, y al final Pedro dice: ‘Señor tu lo sabes todo: sabes que te quiero'». Cuenta también la emoción que supuso para los que estaban allí escuchar al papa que casi se superponía a estas palabras de Pedro y las revivía hoy.

Sobre la impresión personal de la visita, el purpurado afirma que  se veía que el papa estaba sintiendo mucho su responsabilidad de ser la piedra sobre la que Jesús construye su Iglesia. «Ha mirado con atención todo lo que hace referencia a Pedro, casi para respirar el clima del martirio, del testimonio del apóstol Pedro. 

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ZENIT Staff

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