Francisco reza por las ví­ctimas de los atentandos de Sydney, Pakistán y Yemen

Cientos de fieles en la plaza de San Pedro felicitan al Papa por su cumpleaños. Prosiguen las catequesis sobre la familia

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La plaza de san Pedro esta mañana se ha convertido en un pequeña fiesta de cumpleaños. Francisco cumple hoy 78 años, y los fieles y peregrinos venidos de todas las partes del mundo han queridos hacer llegar al Papa su felicitación y mejores deseos. Durante su paseo con el jeep por la plaza antes de iniciar la audiencia general, la gente gritaba ¡Felicidades! ¡Feliz cumpleaños! e incluso algunos se han animado a cantar Cumpleaños feliz… Los presentes sujetaban carteles, tarjetas de felicitación, globos y tartas. Incluso en una ocasión, un grupo de sacerdotes le ha acercado una tarta, y sujetada por los hombres de seguridad, Francisco ha soplado las velas. Y también le acercaron mate y Francisco bebió con gusto. De este modo, el Papa ha ido recibiendo regalos que le iban guardando en el papamóvil.

También presentes en la plaza esta mañana, estaba un gran número de tangueros, que han querido honrar al Pontífice con una de sus aficiones, con una milonga organizada después de la audiencia.

Y en un día como hoy, el Santo Padre no ha querido olvidarse de las víctimas del terrorismo. Por eso el Papa ha pedido rezar “por las víctimas de los actos terroristas deshumanos cometidos en los días pasados en Australia, en Pakistán y en Yemen”. El Señor –ha pedido Francisco– acoga en su paz a los difuntos, consuelo a los familiares, y convierta los corazones de los violentos que no se detienen ni siquiera delante de los niños.

Prosiguiendo con las catequesis sobre la familia que inició la semana pasada, el Papa ha dicho en su resumen hecho en español:

“Con vistas al Sínodo sobre la familia, que tendrá lugar en el próximo mes de octubre, he decidido dedicar las catequesis de este año a reflexionar sobre la familia, este gran don que Dios dio al mundo desde el principio de la creación. La cercanía de la Navidad nos recuerda que Dios quiso nacer en una familia, en un pequeño y apartado pueblo del Imperio Romano”. Por eso ha recordado que “Jesús permaneció en Nazaret alrededor de 30 años, llevando una vida normal, en el seno de una familia israelita piadosa y trabajadora”. Alguno puede pensar –ha añadido– que si vino a redimir al mundo que manera de perder el tiempo. Y sin embargo, lo hizo así.

Francisco ha continuado señalando que “entre otras costumbres de la vida cotidiana, se dedicó al cumplimiento de los deberes sociales y religiosos, el trabajo con José, la escucha de la Escritura y el rezo de los salmos. María y José acogieron con amor a Jesús, teniendo que superar muchas dificultades por ello. La suya no era una familia irreal, una familia de fábula. Cuánto podemos aprender de María y de José, y especialmente de su amor a Jesús. Ellos nos ayudan a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de toda familia. Cada vez que una familia, en cualquier parte del mundo, acoge este misterio, en ella actúa el misterio del Hijo de Dios que viene a salvar el mundo”.

A continuación ha saludado a los peregrinos de lengua española. “En particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, y otros países latinoamericanos. Cuando hice la recorrida vi varios grupos de tangueros. Les deseo que hoy puedan hacer un buen espectáculo y que sople un poco de viento pampero”. Finalmente ha deseado que “la proximidad del nacimiento de Jesús avive en todas nuestras familias el deseo de recibirlo con un corazón puro y agradecido. Muchas gracias y que Dios los bendiga”.

Al concluir los saludos en todas las lenguas, el Obispo de Roma ha dirigido un saludo especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. “Confiémonos a María, madre de la esperanza y modelo de creyente. Queridos jóvenes, acoged el misterio de Belén con la misma fe con la que María ha acogido el anuncio del ángel Gabriel. Queridos enfermos, sacad de Ella esa alegría y esta paz íntima que Jesús viene a traer al mundo. Queridos recién casados, imitad el ejemplo de la Madre de Jesús con la oración y la virtud”.

Los cientos de tangueros que han acudido a la audiencia general, al finalizar, se han dirigido a la plaza Pío XI, junto a la plaza de San Pedro, para celebrar el cumpleaños del Pontífice con este bailo típico argentino.

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Staff Reporter

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