Fuerte adhesión a la fe, rasgo de dos prelados chinos fallecidos en Wuzhou y Kaifeng

WUZHOU/KAIFENG, miércoles, 10 octubre 2007 (ZENIT.org).- La Iglesia en Wuzhou y Kaifeng llora la muerte de dos obispos chinos, cuya fidelidad al Evangelio no pasó desapercibida: monseñor Benedetto Cai Xiufeng y monseñor Giovanni Battista Liang Xisheng.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

La Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos, a través de su órgano informativo «Fides», confirma este miércoles el fallecimiento del arzobispo de Kaifeng (región china de Henan), monseñor Liang, ocurrido el pasado 23 de septiembre. Tenía 84 años.

Su cuerpo no pudo resistir la insuficiencia renal y las complicaciones cardíacas consecuencia de la operación a la que se sometió por la fractura de una pierna.

«Había nacido el 23 de marzo de 1923. Sufrió durante muchos años a causa de la fe: de hecho, fue ordenado sacerdote el 31 de agosto de 1980, cuando se acercaba ya a los sesenta años», señala «Fides».

Ordenado obispo exactamente a los nueve años, en febrero de 2002 sufrío un grave accidente automovilístico; a partir de ese momento se deterioró fuertemente. Antes del suceso, el prelado había sido muy activo.

La archidiócesis de Kaifeng suma 30 mil católicos, en su mayoría campesinos; les atienden una treintena de sacerdotes y cerca de setenta religiosas de tres congregaciones diocesanas.

Un mes antes –el pasado 20 de agosto— falleció con casi 90 años el obispo de Wuzhou (región de Guangxi), monseñor Benedetto Cai Xiufeng. Padeció años de diabetes y problemas de corazón.

Originario de Pingan, en la misma región, donde había nacido en 1918, el prelado recibió el bautismo en 1932. Estudió en el seminario menor de Jiangmen –en Guangdong–, posteriormente en el de su diócesis y finalmente en el seminario mayor de Guiyang (en Guizhou). Concluyó su formación en Aberdeen (Hong Kong).

Ordenado sacerdote en 1948 por el obispo Frederic-A. Donaghy, M.M., su primera tarea fue la enseñanza del inglés y del latín en el seminario.

Veintidós años pasó en prisión –de 1956 a 1978–, la «escuela de San Pablo», como a él le gustaba definirla, cita «Fides».

A los dos años de su puesta en libertad volvió a trabajar a Wuzhou. Nuevamente enseñó inglés, esta vez en una escuela media, y después reanudó su ministerio presbiteral.

De acuerdo con la agencia del dicasterio misionero, «su actitud realista ante la situación general le permitió aceptar un cierto control con tal de poder ejercer el sagrado ministerio, permaneciendo en cambio siempre intransigente sobre los principios y sobre la fidelidad al Papa».

Cuatro sacerdotes, 26 religiosas y cinco seminaristas desarrollan su labor entre los 20 mil católicos de la diócesis de Wuzhou.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación