Gestos concretos de ecumenismo: Encuentro internacional «Kairós 2005»

Entrevista con Matteo Calisi, fundador de la «Comunidad de Jesús», promotora de la iniciativa

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BARI, viernes, 21 octubre 2005 (ZENIT.org).- Gestos concretos pide el Papa en el camino de la unidad de los cristianos: es la línea que promueve la «Comunidad de Jesús» –explica su fundador y presidente Matteo Calisi a Zenit– con iniciativas de «un ecumenismo espiritual de la caridad y de la fraternidad reencontrada» como «Kairós 2005» (V Encuentro Internacional por la Paz entre las Naciones), que acogerá la ciudad italiana de Bari del 21 al 23 de octubre.

Más de dos décadas lleva la «Comunidad de Jesús» («Comunità di Gesù») –una comunidad carismática católica surgida en Bari por iniciativa de un grupo de laicos– dedicada a la adoración, a la evangelización y a la reconciliación de los cristianos.

La «Comunidad» (www.comunitadigesu.org) es miembro de la «Fraternidad Católica de las Comunidades y Asociaciones Carismáticas de Alianza» («Catholic Fraternity of Charismatic Covenant Communities and Fellowships») (www.catholicfraternity.net), el primer Organismo Internacional –con sede en Bari y erigido por el Consejo Pontificio para los Laicos– que federa las comunidades principales e históricas de la Renovación Carismática Católica (RCC).

Su Beatitud el cardenal Moussa Ignace I Daoud –prefecto de la Congregación vaticana para las Iglesia Orientales– se contará entre los numerosos invitados de «Kairòs», un acontecimiento cuya dimensión traza Matteo Calisi en esta entrevista concedida a Zenit.

–«Kairòs» se celebrará este año sobre el tema «La Luz que viene de Oriente» (Orientale Lumen). ¿Por qué esta elección?

–Matteo Calisi: En 1995 el Santo Padre Juan Pablo II dio a la Iglesia una memorable y profética Carta Apostólica con el título «Orientale Lumen», de gran actualidad, con la que nos invitó a los católicos latinos a la máxima apertura hacia las riquezas espirituales de las Iglesias orientales (católicas y ortodoxas).

Verdaderamente desde el Oriente cristiano podemos divisar una luz viva que nos es transmitida por los Padres que son auténticos compañeros de viaje para aquellos que quieren dejarse ilumina por la Luz Verdadera… la que ilumina a cada hombre: Jesús.

En los años sucesivos a la publicación de este documento pontificio, la «Comunidad de Jesús» decidió acoger la invitación del Santo Padre de contribuir con su humilde compromiso apostólico a la acogida de los «dones del Espíritu» con los que el Señor ha enriquecido a la Iglesia, Su Esposa única, a lo largo de los siglos.

El Encuentro (Meeting), por lo tanto, se propone poner de relieve los vínculos objetivos de comunión que ligan a la Iglesia Católica de comunión romana a las Iglesias Orientales Católicas y Ortodoxas, como los Sacramentos, la Eucaristía, el sacerdocio, la memoria de los mártires, la gran tradición litúrgica y espiritual, los Santos Padres, el monaquismo, etcétera.

Es nuestra convicción que las legítimas diversidades y el carácter específico del desarrollo histórico no se oponen en absoluto a la unidad de la Iglesia; más aún, le acrecientan la dignidad y contribuyen no poco al cumplimiento de Su misión.

Además me parece necesario subrayar una notable convergencia y coincidencia de propósitos e inspiraciones ecuménicas que la «Comunidad de Jesús» comparte con otros organismos e instancias eclesiales.

Ante todo con lo que afirmó recientemente el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (en el Vaticano), durante su intervención en el Congreso Eucarístico Nacional de Bari, en el que audazmente propuso el desarrollo, en la ciudad de San Nicolás, de un posible Sínodo conjunto entre obispos latinos y griegos. Apuntó, además, lo siguiente:

«…la reconciliación de los cristianos, me parece que no hay otro lugar donde sea más apropiado hablar de este tema tan fundamental y urgente que aquí, en Bari, ciudad puente entre Occidente y Oriente, lugar de la tumba de San Nicolás, el santo de la caridad reconciliadora venerado tanto en Oriente como en Occidente; Bari, lugar donde en 1098, durante el pontificado del Papa Urbano II, se celebró un sínodo de obispos griegos y latinos; Bari, lugar de peregrinación de fieles ortodoxos y católicos, lugar de compromiso ecuménico y de ferviente nostalgia por la reconciliación y la unión entre las dos partes de la cristiandad divididas por mil años» (Congreso Eucarístico Nacional, Bari, 25 de mayo de 2005).

Entre las inspiraciones de otras autorizadas instancias eclesiales, deseo citar también la del Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) y de la Conferencia de las Iglesias Europeas (CEC), que han decidido organizar en 2007 en Sibiu, Rumanía, la Tercera Asamblea Ecuménicas Europea (AEE3) bajo el título «La luz de Cristo ilumina a todos. Esperanza de renovación y unidad en Europa» [Cf. Zenit, 7 febrero 2005. Ndr].

Nuestro Meeting, preestablecido hace unos dos años, ha anticipado, en cierto modo, el tema y los objetivos de la Asamblea Ecuménica Europea de Sibiu.

El tema elegido en esta edición de 2005 responde también a los mismos deseos de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) descritos en el «Esbozo» («Traccia») en preparación del IV Congreso Eclesial de Verona de 2006, en el que se afirma que «la belleza y la fuerza de la tradición del cristianismo occidental podrán, además, ser valoradas plenamente si se ponen en comunicación con la tradición oriental, en esa íntima conexión que ha enriquecido a ambas en tiempos de la Iglesia indivisa. Europa respirará así a dos pulmones, según la feliz imagen propuesta por Juan Pablo II» («Esbozo» del IV Congreso eclesial nacional de Verona, 16-20 octubre 2006, n.14).

Finalmente me parece además necesario subrayar la importancia que revisten tales temas para nuestra Iglesia en Puglia y Bari: la veneración de San Nicolás, puente entre Oriente y Occidente, padre de la reconciliación de los cristianos y doctor del ecumenismo; el compromiso fecundo de la archidiócesis de Bari-Bitonto en esta secular vocación ecuménica; la laboriosidad de los Padres Dominicos con la animación espiritual y ecuménica de la Pontificia Basílica de San Nicolás y el Instituto de Teología Ecuménica Patrístico-Bizantina.

El cardenal Walter Kasper repite con frecuencia que el diálogo ecuménico no consiste sólo «en un intercambio de ideas y opiniones, sino en un intercambio de dones». Es lo que proponemos en este Meeting ecuménico «Kairòs 2005», que tiene por tema la Luz de Cristo, que resplandece en las Iglesias orientales. Los católicos de Occidente tenemos mucha necesidad de enriquecernos de las riquezas de la tradición cristiana de Oriente.

–¿Cómo se inserta la iniciativa de «Kairòs» en el contexto de la ampliación de la Unión Europea a los países del Este del continente?

–Matteo Calisi: Con la plena participación de los países del Este en la vida común de Europa, el escándalo de la división de la Iglesia y de los cristianos se hace aún más evidente. ¿Pero cómo podemos hablar los cristianos de unidad europea si estamos escandalosamente divididos entre nosotros? ¡Por lo tanto se hace cada vez más urgente el regreso a la unidad de los cristianos de Occidente y Oriente del viejo continente cristiano que en su secular vocación ha evangelizado y civilizado al mundo entero! Si esta unidad se realizara visiblemente, restablecería de nuevo en el centro el único fundamento, sobre el que será posible restaurar las raíces cristianas de Europa y dar un nuevo despertar espiritual a la unidad de los pueblos europeos.

Por lo tanto el Meeting de «Kairòs» y toda la actividad ecuménica de nuestra «Comunidad de Jesús» no tiene finalidad geopolítica, sino relig
iosa; en particular trabajamos por el retorno de la unidad de los cristianos en Europa, en la única Iglesia de Cristo a partir de la reconstrucción de los corazones, de la reconciliación entre las Iglesias y las etnias, a partir del perdón y de la purificación de la memoria (basta con pensar en los recientes acontecimientos dolorosos de los Balcanes, como en Albania, en Kosovo, en la ex Federación Yugoslava…). La actividad de la «Comunidad» es sencillamente la de un ecumenismo de la caridad, de la amistad y de la fraternidad reencontrada, por utilizar la expresión tan querida para el desaparecido Papa Juan Pablo II en su Encíclica «Ut unum sint».

Éste es el sentir también de la Conferencia Episcopal Italiana en el citado «Esbozo» de preparación del IV Congreso eclesial nacional de Verona de 2006 [Cf. n.14. Ndr.]: «Sin un convencido ecumenismo, que impulse al encuentro no sólo las teologías, sino también las tradiciones espirituales, no es posible una nueva evangelización en los países europeos de antigua tradición cristiana. Las raíces comunes cristianas de Europa podrán reverdecer su savia si el ecumenismo invade la oración y el estudio, el intercambio y el encuentro entre los cristianos».

–«Kairòs» es definido como «un meeting de reconciliación abierto al diálogo entre todos los cristianos». ¿Cómo se concreta este objetivo?

–Matteo Calisi: En nuestro Meeting no participan sólo católicos y ortodoxos, sino también algunas delegaciones de las Iglesias anglicanas y pentecostales, porque la unidad de la Iglesia se refiere a todos los cristianos sinceros. Lo primero que nos proponemos es ponernos en escucha del otro en sus «diversidades» con toda la apertura y la acogida posible. Con un corazón «reconciliado» por el Señor.

En este sentido nos hemos inspirado en la visión ecuménica del conocido teólogo protestante Oscar Culman, quien invitaba a los cristianos a acoger de las otras tradiciones eclesiales «las diversidades reconciliadas». Mirar las «diversidades» de una Iglesia no como un obstáculo insuperable al diálogo y a la unidad, sino como un don y una riqueza que hay que acoger. ¡No todas las diferencias son necesariamente divisiones! ¡Vivir la unidad en la diversidad!

Es notorio que la «Comunidad de Jesús» ha inaugurado diálogos del todo inéditos, y no sólo en Italia, con las Iglesias pentecostales, con las Iglesias no denominacionales, con los judíos mesiánicos, con las Iglesias episcopalianas, involucrando a las Iglesia greco-católicas en el difícil diálogo con las Iglesias ortodoxas… como en este «Kairòs 2005».

Con este Meeting no nos proponemos, por lo tanto, enseñar nada a nadie, sino acoger las riquezas espirituales de Iglesias, que hasta hace poco tiempo nos eran ajenas y que lo son hasta hoy incluso al «diálogo oficial» de Roma.

Esto permite la curación de la memoria del pasado, que está marcada por muchos prejuicios y juicios negativos de unos contra otros, y muchas Iglesias se adhieren a nuestra invitación. De aquí el paso a la reconciliación y a la unidad es más fácil y natural.

–«Kairòs» llega al quinto año de su existencia. ¿Puede hacer un rápido balance de los frutos conseguidos con esta iniciativa y de los desafíos que se presentan?

–Matteo Calisi: Nuestros Meeting han sido promovidos por una «Comunidad» de laicos católicos que han vivido las esperanzas ecuménicas suscitadas en el post-Concilio. En este clima espiritual y de reflexión hemos crecido, nos hemos formado y comprometido. Pero sin pretensión alguna de querer representar a la Iglesia «oficial», sino sólo difundiendo entre los fieles católicos un ecumenismo básico, más que nunca necesario para una implicación de todo el pueblo de Dios en las cuestiones inherentes a la unidad de los cristianos.

El Meeting de «Kairòs» se ha revelado como un lugar informal de encuentro con Iglesias y comunidades cristianas hasta entonces desconocidas y entre las «más distantes» por eclesiología y doctrina. Pero después de un primer impacto hemos aprendido a escucharlas, a conocerlas, a amarlas y a apreciarlas. De aquí una serie de amistades y de iniciativas nuevas, humanamente imprevistas, pero escritas en la agenda del Espíritu Santo. En todo este proceso hemos sido guiados, necesariamente, también por los sabios consejos y por el paternal discernimiento de nuestros obispos, que nos acompañan en esta experiencia.

–Seis meses después del inicio del nuevo pontificado, ¿qué «sugiere» Benedicto XVI para la misión de la «Comunidad de Jesús»?

–Matteo Calisi: Con la elección a la sede de Pedro del nuevo pontífice Benedicto XVI sentimos cerca una nueva estación para la reconciliación y el reacercamiento de los cristianos. De hecho, el Meeting de «Kairòs» se celebra a los pocos meses de la conclusión del histórico Congreso Eucarístico Nacional de Bari, donde el Santo Padre Benedicto XVI subrayó lo que había declarado desde el inicio de su pontificado, esto es, la voluntad de asumir como compromiso fundamental el de trabajar con todas las energías en la reconstrucción de la plena y visible unidad de todos los seguidores de Cristo [Cf. «Mensaje» desde la Capilla Sixtina, Zenit, 20 abril 2005. Ndr].

El Papa «es consciente de que para ello no bastan las manifestaciones de buenos sentimientos. Son precisos gestos concretos que penetren en los espíritus y remuevan las conciencias, llevando a cada uno hacia esa conversión interior que es el presupuesto de todo progreso en el camino del ecumenismo». Él nos pidió a todos emprender «con decisión el camino de ese ecumenismo espiritual, que en la oración abre las puertas al Espíritu Santo, el único que puede crear la unidad» [Cf. Homilía de Benedicto XVI al clausurar el Congreso Eucarístico Nacional Italiano, Zenit, 29 mayo 2005. Ndr].

En aquella ocasión, en la Santa Misa presidida por Su Santidad como conclusión del Congreso Eucarístico Nacional, la «Comunidad de Jesús» invitó a una delegación de representantes de Iglesias y comunidades cristianas procedentes de distintas naciones del mundo. Obviamente, con gran gozo la «Comunidad de Jesús» dio la bienvenida y acogió el compromiso ecuménico del Papa como confirmación de que la «Comunidad» trabaja según el mismo Espíritu que mueve e inspira a los Pastores de la Iglesia.

–Alabanza, adoración, oración ecuménica, numerosas intervenciones, una marcha por la paz y también una exposición de maestros iconográficos católicos y ortodoxos nutren el programa habitual de «Kairòs». ¿Por qué la necesidad de emprender caminos ecuménicos desde distintas perspectivas?

–Matteo Calisi: ¡Dios manifiesta su gloria en diferentes formas y expresiones! Por lo tanto el nuestro es un ecumenismo espiritual que se manifiesta a través de todas las formas de la existencia humana como la música y el arte, en particular utilizados para la liturgia y la oración.

Compartir ecuménicamente nuestras distintas formas de expresión artística y musical nos ayuda a ser transmisores de la unidad en la Iglesia. Decían los antiguos Padres que cuando elevamos a Dios nuestra alabanza, nuestras «diversidades» no suben al cielo a la presencia de Dios. En esta forma de compartir existe una alta lección de pedagogía divina: todo don jamás es para uno mismo, sino para la edificación del Cuerpo único de Cristo, la Iglesia.

Suplicamos al Espíritu de Dios para que nos acompañe en estos propósitos y que este «Kairòs 2005» pueda contribuir a esa «reconstrucción de la unidad plena y visible de todos los seguidores de Cristo» que nuestro Papa Benedicto XVI, sucesor de Pedro, ha definido como su compromiso principal… su urgente deber.

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ZENIT Staff

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