Globalizar la solidaridad

Entrevista con un responsable de Caritas para África

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, domingo, 27 marzo 2010 (ZENIT.org).- La trágica historia de África tiene su eco en su difícil presente pero, según un responsable para África de Caritas, su situación sería realmente dramática si no fuera por la Iglesia católica.

Nacido en el Congo, el padre Pierre Cibambo Ntakobajira ha visto con sus propios ojos la aportación que la Iglesia ofrece a África. «No sé cuál sería la situación de África hoy si la Iglesia no fuera tan dinámica», afirma.

En esta entrevista, el sacerdote habla de su propia historia como católico y de la necesidad permanente de «globalizar la solidaridad».

–Usted ha nacido en la República Democrática del Congo. ¿Creció en un ambiente católico?

—-Padre Ntakobajira: En 1955, cuando nací, mis padres no eran cristianos. No eran católicos. Vivían su religión tradicional. Algunos de mis hermanos y hermanas ya eran católicos pero mis padres no.

–¿Les costó aceptar la noticia cuando usted les comunicó su deseo de ser sacerdote?

–Padre Ntakobajira: Comencé la escuela primaria a los 7 años y fui bautizado en 1966. Tenía 11 años y recibí el bautismo dos años antes de mi madre porque acudía a una escuela católica. A mí me resultaba más fácil tener contacto con la fe católica.

–Usted dejó Bukavu, en la República Democrática del Congo, y se fue a Bélgica a estudiar a una Universidad Católica de allí, y luego siguió estudiando en Canadá en el Instituto Canadiense para la Resolución de Conflictos. ¿Por qué dejó Bukavu?

–Padre Ntakobajira: Fue mi obispo quien me pidió que fuera a estudiar para mejorar nuestra participación en la labor social y de desarrollo. Por eso fui a Bélgica. Estuve allí tres años. Volví a mi país en 1994. Fue precisamente durante el genocidio en Ruanda por lo que se me pidió que asumiera la oficina diocesana de Caritas para ayudar a organizar la labor de mi diócesis, para asistir a los muchos refugiados de Ruanda que en aquel momento cruzaban la frontera para entrar en el Congo.

–En un estudio de la ONU de más de 50 países subdesarrollados, 34 naciones africanas forman parte de la lista. ¿Por qué parece África el continente del sufrimiento?

–Padre Ntakobajira: Creo que nos llevaría mucho tiempo hablar de esto, pero diría que es el resultado de una combinación de muchos factores: la perspectiva histórica, los sistemas económicos internacionales, el gobierno y la cultura. Es una combinación de todos estos factores. Al hacer referencia a la historia de África, es necesario que comprendamos que la historia de África es una historia triste – la esclavitud, por ejemplo, y sus consecuencias. Es una historia de colonialismo y explotación. No es suficiente para explicar y justificar la situación actual, pero tiene mucho que ver con lo que estamos diciendo de la situación de África.

–¿Tiene esto también algo que ver con la política y el gobierno actual?

–Padre Ntakobajira: Durante muchos años el continente africano, y muchos de los países del continente, han estado en manos de personas que fueron puestas allí no por ser las personas adecuadas sino porque servían a los intereses de otros. Durante la Guerra Fría, en el Congo, por ejemplo, tuvimos a Mobutu durante 32 años, un hombre que no hizo nada por el Congo. Lo que sufrimos en el Congo hoy tiene sus raíces en aquella era. Mobutu fue puesto en el contexto de la Guerra Fría, apoyado y con dinero de la comunidad internacional, pero haciendo sus propios negocios con este dinero y no desarrollando el país. Es un país que es cuatro veces más grande que Francia, con 60 millones de personas. Tenemos todos los recursos naturales que se puedan imaginar. Es como un paraíso y, aún así, la gente se muere de hambre. ¿Se imagina?

–África tiene algunas de las mayores riquezas naturales pero sufre una gran pobreza. Es una contradicción que exige una respuesta.

–Padre Ntakobajira: Estos vastos recursos naturales han sido explotados por empresas externas y podemos ver que estos mismos recursos naturales son la principal razón de la guerra que está causando estragos en países como el Congo. En muchos países en los que hay petróleo, oro y diamantes, se establece la miseria. Tener todas estas riqueza en tu suelo es como una maldición…

–…En la cocina…

–Padre Ntakobajira: Sí, exactamente, porque estos recursos son explotados y las ganancias se gastan en armas que se traen al país. En el Congo, sobre todo en la zona oriental, sufrimos a los que fueron responsables del genocidio de Ruanda. Entraron en el Congo y ahora ocupan varias zonas del país en las que están extrayendo los recursos naturales, y vendiendo todo esto a compañías del exterior, y las ganancias se utilizan para adquirir armas y prepararse para la guerra, asesinar a la población local y amenazar la seguridad de toda la región. Así que es una contradicción, sí, y es terrible, es un desastre.

–La Iglesia católica es vital. Hablando de educación en África, ofrece educación a cerca de un millón de niños y tiene más de 2.000 hospitales, sin mencionar clínicas y orfanatos. ¿Hasta qué punto es importante la labor de la Iglesia católica al mantener esta infraestructura en estas naciones africanas?

–Padre Ntakobajira: En África – gracias a Dios – tenemos la Iglesia, sobre todo la Iglesia católica. No sé cuál habría sido la situación de África hoy si la Iglesia no fuera tan dinámica. Déjeme que vuelva otra vez al Congo. Yo vengo de la archidiócesis de Bukavu, que gestiona 10 hospitales y más de 200 centros de salud. Por lo que puede imaginarse el nivel de compromiso y de impacto que la Iglesia local tiene en esta área, y todo el mundo lo reconoce. Así que la Iglesia está aportando mucho para mejorar la situación de la gente, sobre todo en educación y sanidad.

–¿Hasta qué punto es importante la labor de organizaciones como Caritas, Ayuda a la Iglesia Necesitada y otras organizaciones benéficas?

–Padre Ntakobajira: El último Papa, Juan Pablo II, hizo un llamamiento a todo el mundo que decía: Es necesario que globalicemos la solidaridad. Las organizaciones católicas como Ayuda a la Iglesia Necesitada y Caritas son una forma concreta de globalizar la solidaridad según el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia. Por eso es sumamente importante que estas organizaciones apoyen a las Iglesias locales porque necesitan apoyo en su lucha diaria.

Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para «Dios llora en la Tierra», un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Más información en: www.ain-es.org, www.aischile.cl

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación