«Guadalupe», una prueba del amor de Dios llevada al cine

Entrevista con el productor Pablo José Barroso

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MÉXICO, D.F., lunes, 11 diciembre 2006 (ZENIT.org).- El pasado 30 de noviembre se estrenó en México la película «Guadalupe», en la que se narra la vida de un arqueólogo agnóstico español que viaja a México para estudiar las apariciones de la Virgen María a un indígena mexicano..

El contacto con un amigo musulmán, las explicaciones de un judío, el testimonio de fe de los mexicanos y el estudio del misterioso relato del Nican Mopohua, presentado a modo de flash back, van abriendo a la fe a este representante del mundo contemporáneo.

Pablo José Barroso, productor de la película responde a nuestras preguntas, en la víspera de la fiesta de la Virgen de Guadalupe.

–¿De dónde nace la idea de producir una película sobre la Virgen de Guadalupe?

–Pablo José Barroso: No soy productor de cine, soy un empresario mexicano que ha tenido sus dificultades económicas y espirituales para salir adelante. Hace aproximadamente un año tuve una experiencia maravillosa que me acercó mucho a Dios y a la Virgen. Podría decirse que era como el arqueólogo español de la película, yo creyente, pero con un corazón apagado, y que la Virgen lo encendió. A raíz de esta nueva situación, pensé que tenía que hacer algo para la gran pantalla al cumplirse 475 años de la aparición de la Virgen, como homenaje a Ella. Sin duda que ha sido Ella quien puso en mi corazón este proyecto y ha guiado el camino para que se realizara.

–¿Qué ha significado para ti ser productor del filme?

–Pablo José Barroso: ¡Lo máximo!, es increíble como todos han apoyado porque se trataba de nuestra Morenita del Tepeyac. No sabía nada de este mundo cinematográfico, y he tenido el apoyo de actores, productores, músicos, distribuidores y amigos.

La mano de la Virgen se hizo muy presente durante toda la filmación, basta tener presente que han pasado sólo nueve meses desde que se terminó el guión hasta su estreno. Ahora bien, personalmente y tal como se han dado las cosas, considero que la auténtica productora es Ella y nosotros hemos colaborado en lo que nos ha pedido. Esa imagen de la Virgen plasmada en ese ayate ha vuelto a grabarse, esta vez en mi corazón y en los de las personas cercanas, mientras avanzaban los días de trabajo.

–¿Qué nuevo mensaje han querido dejar con esta película?

–Pablo José Barroso: El mensaje no es nuevo. Es el mismo mensaje que nos dejó la Virgen de Guadalupe hace 475 años, presentado de otra manera, en medio de una historia familiar, y principalmente a través de los ojos de un agnóstico, que la ciencia y el calor de la fe de los mexicanos le acercan a la Virgen para que ella también sea su Madre, su Tonantzin, y encendiéndole su corazón crea y recupere su familia.

Guadalupe es una doncella judía y de piel mestiza que viene para acercarnos a Dios, no para hablar de ella misma. A los mexicanos nos dio identidad como nación y a todos nos enseña que siempre está al cuidado de nosotros como una buena madre.

–¿Qué ha significado este trabajo para los que han quedado involucrados?

–Pablo José Barroso: El mismo proceso de producción y difusión ha sido un hermoso trabajo entre personas de varias nacionalidades. Hay actores mexicanos, españoles y árabes. La producción es una co-producción de españoles y mexicanos. El director es ecuatoriano de nacionalidad francesa. La música es fruto del trabajo de mexicanos, italianos y estadounidenses. Sin duda para todos los involucrados en la película, esta producción ha permitido que tengamos más cerca de María, y hemos apreciado más el amor que Ella nos tiene, y eso es lo que deseo a todos los espectadores.

–¿Cuáles son tus proyectos y expectativas con este filme?

–Pablo José Barroso: Ya se estrenó en México el pasado día 30 de noviembre. El día de la Inmaculada, se estrenó en Estados Unidos y Centro América y ponemos en su corazón Inmaculado los frutos que quiera dejar en todos los espectadores. Queremos presentarla próximamente en España, Italia y Filipinas deseando que todo el que la vea conozca el acontecimiento guadalupano de 1531. Desearía que todo el que la vea experimente nuevamente la grandeza del amor de Dios que nos entrega tan tierna y poderosa Madre, y se sientan orgullosos de ser hijo de María Santísima.

Más información en http://www.guadalupelapelicula.com.

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ZENIT Staff

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