Guatemala «ensancha» sus fronteras para el II Congreso Americano Misionero

Entrevista con el Jefe de Prensa del encuentro, Byron Valdizón

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CIUDAD DE GUATEMALA, 12 noviembre 2003 (ZENIT.org).- A doce días del inicio del II Congreso Americano Misionero (CAM2), Guatemala, el país anfitrión, ultima los preparativos de esta gran cita confiando «en el poder de Dios» y «en el amor cristiano» de sus habitantes más que en los propios recursos, según reconocen su organizadores.

«Iglesia en América, tu vida es misión» es el lema que reunirá a la Iglesia en el Continente del 25 al 30 de noviembre en Ciudad de Guatemala. Sin embargo, para el país centroamericano los preparativos espirituales y materiales arrancaron hace cuatro años, cuando se designó como sede del encuentro.

Byron Valdizón, Coordinador de la Sala de Prensa del CAM2, compartió en esta entrevista concedida a Zenit los pasos que han conducido a esta gran celebración misionera.

–¿Cuánto tiempo lleva preparándose Guatemala para el CAM2?

–Byron Valdizón: Realmente desde el 3 de octubre 1999, cuando se nos notificó que éramos la sede del encuentro. A partir de entonces hemos tenido iniciativas diversas. De manera especial, varias reuniones con hermanos de Centroamérica. Hemos vivido una unión y «hermanamiento» con los obispos de Misiones, Directores Nacionales de OMP y Delegados Diocesanos de Misiones a nivel regional. Igualmente, hemos mantenido reuniones a nivel continental. Decimos que los frutos del CAM2 Dios nos ha permitido recogerlos desde ahora. Recordemos que el 28 de noviembre del 2002, el SEDAC –Secretariado Episcopal de América Central– convocó a vivir el Año Santo Misionero en Centroamérica, que ha sido de abundantes gracias de parte de Dios. Un ejemplo es la peregrinación centroamericana con las imágenes de La Virgen de Guadalupe, el Señor de Esquipulas y la Reliquia del Santo Hermano Pedro.

–¿Qué desafíos presenta la organización de un evento de estas características?

–Byron Valdizón: El mayor es tener siempre presente que todo lo hacemos para que las Iglesias particulares de América fortalezcan su vida misionera. Luego, tenemos que reconocer que somos un país pobre, que carecemos de suficientes recursos materiales para ofrecer un Congreso con los detalles que quisiéramos. Somos un país pequeño, en extensión y en población, pero estamos convencidos de que lo haremos grande porque queremos basarlo en el amor cristiano de nuestra gente. Por lo tanto, contrarrestaremos esa pequeñez, como dice San Pablo, basando el Congreso no en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios (1a Cor 2, 3-5). Somos un país con la huella del martirio, un país sufrido, bañado con la sangre de cientos de hombres y mujeres que entregaron su vida en favor del Evangelio. La historia y memoria de estos hermanos nuestros también estará presente –y ha estado presente– en los preparativos del CAM2.

–¿Cómo se está llevando a cabo la preparación espiritual del Congreso?

–Byron Valdizón: Gracias a Dios existen varias iniciativas. Cientos de personas están unidas en oración. Hay una cadena de Rosarios por el CAM2, a nivel nacional y centroamericano. El viernes 14 comenzará el novenario por el Congreso en todas las parroquias del país; además, a partir del 23 de noviembre, estará en exposición permanente el Santísimo Sacramento en el Santuario Eucarístico, donde concurrirán cientos de personas a orar por los frutos espirituales de tan importante acontecimiento.

–¿Podría describirnos el CAM2 en cifras?

–Byron Valdizón: Intervienen en este gran encuentro misionero 8 cardenales, 103 obispos, 800 sacerdotes, 27 diáconos, 395 religiosas y religiosos, y unos 1.500 laicos hombres y mujeres. Esperamos recibir a 3.000 congresistas. Unas 2.500 familias serán las encargadas de alojarles. Ha sido una respuesta maravillosa. Todos los países estarán presentes, incluyendo El Caribe.

–¿Cuál es el papel de los jóvenes y los niños en un encuentro misionero internacional como éste?

–Byron Valdizón: El sábado 29 se llevará a cabo el Encuentro con la infancia y adolescencia misionera en el Estadio San José Pinula, al sureste de la ciudad. Se espera la asistencia de 3.000 niños de varios países. Estará presente el cardenal Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos. En la tarde del mismo día, se celebrará la Fiesta Juvenil Misionera con la participación del cantante argentino Daniel Poli; se espera la presencia de 7.000 jóvenes. Ambos eventos serán de mucha bendición y han despertado un interés masivo. Creemos que a estas alturas ya no hay espacio para albergar a más jóvenes y niños en cada uno de sus momentos.

Más información en www.cam2guatemala.org.

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ZENIT Staff

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