Guatemala prepara la visita del Papa

Mensaje de los obispos sobre el Hermano Pedro

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CIUDAD DE GUATEMALA, 10 marzo 2002 (ZENIT.org).- La visita del Papa a Guatemala para canonizar a Pedro de San José de Betancur es una oportunidad para que el país pueda dar testimonio de su fe y seguir el ejemplo del religioso, fundador de los Hermanos y Hermanas Betlemitas.

Lo afirman los obispos del país centroamericano en un mensaje en el que anuncian la visita pontificia, que tendrá lugar del 31 de julio al 1 de agosto.

Pedro De Betancur será «el primer santo centroamericano», constatan los obispos. De hecho, el futuro santo nació en Vilaflor, Diócesis de Tenerife, el 18 de septiembre de 1626. Se fue a los 24 años como misionero laico, a Guatemala y al pisar esa tierra, dijo: «Aquí quiero vivir y morir».

Una grave enfermedad puso a este miembro de la orden terciaria de San Francisco en contacto directo con los más pobres y desheredados de Guatemala. Recuperada inesperadamente la salud, se hizo apóstol de los cautivos y protector de los indígenas, sometidos a trabajos inhumanos, de los emigrantes y de los niños huérfanos o abandonados.

«Gracias al hermano Pedro –dicen los obispos–, es posible decir que después de un centenar de años de fe cristiana ya había frutos de santidad en nuestra tierra».

La última parte del texto episcopal ofrece recomendaciones para los preparativos de la tercera visita del Papa a Guatemala.

Siguiendo el ejemplo del futuro santo, la Iglesia en el país propone «una renovada escucha y meditación de la Palabra», e insiste en que los creyentes deben «intensificar el compromiso de fe dentro de la comunidad cristiana a la que pertenecen, eliminando el divorcio entre fe y vida», dando «testimonio de la identidad cristiana en todos los ambientes sociales, de estudio, de trabajo, y en la familia, para transformarlos».

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ZENIT Staff

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