«Ha llegado el momento en que las familias deben alzarse»

Intervenciones de algunos de representantes los movimientos

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VALENCIA, jueves, 6 julio 2006 (ZENIT.org).- Carl Anderson, caballero supremo de los Caballeros de Colón, suscitó este miércoles aplausos entre los participantes en el Congreso Teológico-Pastoral sobre la Familia con esta frase: «Ha llegado el momento en que las familias deben alzarse».

Anderson fue presentado por el cardenal Bernard Francis Law, arzobispo emérito de Boston, quien indicó que los Caballeros de Colón cuentan con 1,7 millones de miembros en el mundo y el año pasado realizaron obras de caridad por un importe de 128 millones de dólares y 62 millones de horas de voluntariado.

Anderson, filósofo estadounidense y miembro de la Academia Pontificia para la Vida, centró su intervención en este encuentro que prepara el Encuentro Mundial de las Familias con Benedicto XVI, entre el 8 y el 9 de julio, en «la familia, más allá de la ideología».

Ante los 6.000 congresistas, hizo un análisis histórico de cómo tanto la ideología marxista como la liberal tradicionales consideraban a la familia como algo que impedía el progreso y debía desaparecer.

Sin embargo, rebatió Anderson «la relación de convivencia en la familia hace que cada persona sea más humana y más plenamente persona. Es una institución natural que surge del hombre y de la mujer. Es una relación inalienable que nace de la realidad humana concreta y no de las ideologías».

El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, Cuba, presidió un panel en el que intervinieron fundadores y representantes de los principales movimientos laicales eclesiales.

«En estos momentos en que la familia se ha visto amenazada, no ha faltado la voz de la Iglesia para denunciar los peligros ante la actual ola de paganismo», advirtió el cardenal Ortega.

Salvatore Martínez, coordinador de la Renovación en Espíritu Santo de Italia, indicó que este movimiento está presente en 204 países y cuenta con más de cien millones de católicos. Reconoció que la familia debe ser objeto y sujeto de renovación.

Subrayó dos iniciativas de su movimiento a favor de la familia: en Loreto, acoge y evangeliza familias ofreciendo veinte cursos de espiritualidad; en Caltagirone, Sicilia, ha nacido la primera ciudad dedicada a los presos y a sus familias, donde hacen una experiencia de tres años antes de salir de la cárcel.

Concluyó afirmando que «la familia cristiana sigue siendo el mejor laboratorio de esperanza para la humanidad». Tres mil miembros de este movimiento han venido a Valencia.

Al presentar a Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumental, el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, subrayó que vendrán a Valencia para encontrarse con el Papa nada menos que doscientos mil miembros del Camino.

Argüello indicó que su movimiento intenta «ofrecer a las parejas una iniciación cristiana, viviendo en pequeña comunidad, a imagen de la familia de Nazaret» y subrayó la celebración doméstica de la Palabra, en las familias neocatecumenales, donde se transmite la fe a los hijos.

Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, informó que esta nueva realidad eclesial está presente en 60 países.

Centró su exposición en el problema de la soledad que acucia a la sociedad actual. «El vértigo de la soledad hace la vida infecunda, lo vivimos cada día en un mundo enfermo de soledad y sin familia», dijo.

«Nuestra comunidad afirma en todo lugar que no se puede dejar sola a la familia y que la Iglesia es una familia de familias. Debemos vivir la Iglesia como familia, hay una consustancialidad entre la familia y la transmisión de la fe».

Graziella de Luca, del Movimiento de los Focolares, presentó «Familias Nuevas», «un extenso movimiento mundial de matrimonios de todas las culturas, razas, edad y nivel social que, gracias a la espiritualidad de la unidad, ven cómo se fortalece su amor cada día más».

Alberto Marxuach, presidente internacional de la organización «Crescendo», presentó esta entidad que, dijo, no es un nuevo movimiento sino «una coalición de organizaciones y congregaciones activas cada una según su carisma en el campo del envejecimiento. Su creación como red fue anunciada con ocasión de un Congreso en Roma en el marco del Jubileo de los Mayores, viéndose como uno de los frutos del Jubileo» del año 2000.

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ZENIT Staff

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