Hospitalidad de familias y parroquias de Hong Kong a jóvenes de Asia… y a 6 obispos

Participantes de la IV Jornada de la Juventud Asiática

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HONG KONG, jueves, 7 septiembre 2006 (ZENIT.org).- «Maravillosa hospitalidad, disponibilidad y testimonio de fe»: han sido los regalos de las familias de Hong Kong que abrieron las puertas de sus hogares a cientos de jóvenes asiáticos, y hasta obispos, que acudieron a la IV Jornada de la Juventud Asiática.

«La juventud, esperanza de las familias asiáticas» ha sido el tema de este gran encuentro –del 30 de julio al 5 de agosto-, una iniciativa de la «Federación de las Conferencias Episcopales de Asia» (FABC).

Parecida a las célebres Jornadas Mundiales de la Juventud, esta Jornada Asiática constituye una reunión de jóvenes, pero de toda Asia, explica la FABC. Las sedes precedentes han sido Hua Hin (Tailandia, 1999), Taipei (Taiwán, 2001) y Bangalore (La India, 2003).

Ya en febrero se confirmó que familias de más de treinta parroquias de Hong Kong habían expresado su deseo de alojar a los participantes de esta edición.

800 jóvenes de una veintena de países del continente acudieron a la convocatoria.

Familias y parroquias de la diócesis de Hong Kong abrieron sus brazos y sus puertas para acoger a los peregrinos. Varios prelados quisieron vivir de primera mano esta hospitalidad, un detalle del que recientemente se hizo altavoz el dicasterio misionero a través de su órgano informativo «Fides».

«Las familias que han acogido a los chavales y a todos los participantes de la IV Jornada de la Juventud Asiática nos han sorprendido con su maravillosa hospitalidad, disponibilidad y su testimonio de fe», expresaron, agradecidos, monseñor Leo Cornelio y monseñor Moses Costa, obispos, respectivamente, de Khandwa (la India) y Dinajpur (Bangladesh).

De igual forma, el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, obispo anfitrión del encuentro de la juventud asiática, expresó su gratitud a familias y parroquias.

El boletín diocesano (en chino) Kong Ko Bao recogió que monseñor Cornelio y monseñor Costa quisieron expresamente vivir esta experiencia de hospitalidad en familias, y otros cuatro prelados fueron acogidos en parroquias.

Los dos prelados citados coincidieron en que habían podido comunicarse en las familias con toda facilidad en inglés y que la comunidad católica local se había mostrado muy agradable y disponible.

Igualmente recalcaron que, aunque no sean muy numerosos, los fieles de Hong Kong son muy devotos y están deseando responder a las exigencias de la Iglesia. «Los jóvenes católicos de Hong Kong nos han causado una impresión maravillosa», añadieron.

Los prelados tuvieron oportunidad de vivir algunos días junto a las familias, compartiendo su estilo de vida, orando con todos. Incluso, sentados en el suelo, jugaban y veían la televisión con los hijos.

En la clausura de la IV Jornada de la Juventud Asiática, nueve representantes de los 800 jóvenes participantes leyeron una Declaración Final en la que se subraya la importancia de que los jóvenes y las familias asiáticas se conviertan en mensajeros de la esperanza.

La diócesis china anfitriona, Hong Kong, tiene sus orígenes en 1841. Llamado a la púrpura por Benedicto XVI, el cardenal Zen Ze-kiun fue nombrado obispo coadjutor de esta circunscripción eclesiástica en 1996 y es su obispo desde 2002. Tiene 317 colegios católicos.

La población católica de Hong Kong –la mayoría es china- se estima en un cuarto de millón de fieles, atendidos por unos trescientos sacerdotes y más de medio millar de religiosas. En el territorio están presentes 45 sociedades religiosas o misioneras. La cifra total de habitantes se aproxima a los 9 millones.

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ZENIT Staff

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