ROMA, 19 septiembre 2002 (ZENIT.org).- Las Hijas de María Auxiliadora, más conocidas como Salesianas, se encuentran reunidas desde ayer en Roma en capítulo general para reflexionar sobre los desafíos de su consagración a Dios en un mundo globalizado.
Así lo explicó con claridad la madre general, Antonia Colombo, en el saludo a las 192 representantes capitulares de las 1.559 comunidades esparcidas en los cinco continentes en las que viven 15.073 religiosas, hijas de san Juan Bosco.
En su intervención, la superiora subrayó la necesidad de escuchar los interrogantes que presenta a la vida y misión de las religiosas en «la era de la globalización y del ciberespacio».
Esto se traduce, añadió, en «promover el papel positivo de la mujer en la creación de una cultura de paz» e intervenir, identificando «en las diversas culturas, las formas de exclusión, abuso y explotación sexual de mujeres y niños».
Desde el ámbito de la educación, Colombo propuso «la tarea, nada fácil pero ineludible de colaborar con una globalización distinta de la que ahora domina, que ponga en el primer plano no el provecho de unos pocos sino el derecho a la vida para todas las personas y culturas, una globalización que se haga cargo de la condición de debilidad en el planeta Tierra indicando y favoreciendo vías de desarrollo sostenible».
El lema del encuentro, que continúa con una aventura misionera comenzada hace 125 años, es «En la renovada Alianza, el compromiso de una ciudadanía activa».
Durante el capítulo las Hijas de María Auxiliadora elegirán además los nuevos cargos del gobierno general.
Asistieron a la apertura del capítulo, entre otros, el cardenal Eduardo Martínez Somalo, prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada, y el arzobispo Tarcisio Bertone, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Estaba también presente el padre Pascual Chávez, noveno sucesor de san Juan Bosco, y otros miembros del consejo general de los salesianos.
