MUZAFFARPUR, 27 mayo 2001 (ZENIT.org).- El padre Julius Lazarus, párroco de la catedral de San Francisco de Asís, de Muzaffarpur, recibió el pasado 19 de mayo un sobre con varias cartas de amenaza.
Una muestra del contenido de las misivas dice: «La explosión fue sólo un anticipo: hay muchas más iglesias en la ciudad»..
El sacerdote ha explicado a la agencia católica india SAR que ha informado al juez del distrito, al superintendente de la policía y a todas las autoridades de la Iglesia de la ciudad sobre el asunto.
Mientras tanto, el arzobispo de Delhi, Vincent M. Concessao, y el obispo de Muzaffarpur, John B. Thakur, han condenado con fuerza las explosiones en la catedral de Muzaffarpur.
«Condenamos inequívocamente el incidente de las fuertes explosiones en la diócesis de la Iglesia Católica de Muzaffarpur, el 5 de mayo, por parte de algunos malhechores no identificados», dijeron los obispos en un comunicado conjunto de 7 de mayo.
Según el obispo John Thakur, la policía todavía no ha detenido a los culpables de los atentados. En cambio, han pedido a las autoridades eclesiales que den los nombres de los sospechosos. Añadió que «nos parece que se trata de una conspiración contra nosotros y la comunidad cristiana se siente aterrorizada por este incidente. Nos sentimos inseguros».
El obispo Thakur pidió también a la policía protección para la comunidad cristiana local.
Por su parte, el arzobispo Concessao, que es también vicepresidente de la Conferencia Episcopal de India (CBCI) ha hecho un llamamiento a las personas de buena voluntad para que muestren su oposición y condenen tales incidentes «que esparcen veneno comunal en una sociedad que lucha por convivir con su carácter multirreligioso».
Por otra parte, los restos mortales de los tres salesianos asesinados cerca de Imphal, los sacerdotes Raphael Paliakara y Andreas Kindo, y el hermano Shinu Joseph, el pasado 15 de mayo, fueron enterrados en el cementerio salesiano de Dimapur, el pasado 17 de mayo.
Los restos mortales recibieron el homenaje de los fieles en la catedral de Dimapur. Cientos de personas hicieron el camino de Imphal a Dimapur para ofrecer oraciones, guirnaldas de flores y chales honorarios a los religiosos que dieron la vida por el evangelio.
El obispo de Kohima, monseñor Jose Mukala, presidió las exequias a las que asistieron los obispos John Thomas de Diphu, Robert Kerketta de Tezpur, el provincial salesiano de Dimapur, padre Thomas Mulayinkal, el provincial salesiano de Guwahati, padre Philip Barjo, unos doscientos sacerdotes y unas tres mil personas.
Dado el interés que ha despertado en todo el mundo la muerte salvaje de estos tres ministros de la buena noticia, la comunidad salesiana ha abierto un sitio dedicado a ellos en Internet, donde se puede acceder a sus fotografías y más información (http://www.dimapur.iwarp.com/).
