HUAJUAPAN DE LEÓN, miércoles, 27 octubre 2004 (ZENIT.org–El Observador).- Se lleva a cabo, en esta ciudad enclavada en la región indígena mixteco-zapoteca del estado de Oaxaca, el Encuentro Nacional de Laicos Indígenas, promovido por las Comisiones Episcopales de Pastoral Indígena, Apostolado de Laicos y Pastoral Litúrgica de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
El Encuentro, que ha sido acogido con entusiasmo por los indígenas del país, tras la celebración del 48 Congreso Eucarístico Internacional (CEI) de Guadalajara, tiene como objetivo profundizar en la vivencia de la Eucaristía como fuente y cumbre de liberación integral del hombre.
Con el bagaje de las catequesis del CEI, el trabajo previo de los laicos indígenas ha consistido en hacer un diagnóstico de la situación social, política, cultural y religiosa de sus comunidades y diócesis, así como sobre el lugar que ocupa la Eucaristía en las prácticas religiosas de las diferentes culturas y etnias (unas 60) que conforman la población indígena de México (cerca de 12 millones de personas).
Al finalizar este jueves el Encuentro, las comisiones convocantes van a emitir un comunicado de síntesis sobre cómo los indígenas mexicanos –los primeros en recibir la semilla del Evangelio hacia el año 1523– pueden lograr que la Eucaristía se convierta en fuente de una liberación integral de cada uno de ellos.
Hay que recordar que nueve de cada diez indígenas de México son católicos, aunque en estados como Chiapas, la proporción está bajando hasta seis de cada diez indígenas, a causa del crecimiento de otras denominaciones cristianas, algunas de ellas de carácter fundamentalista.
Tras el resumen de los encuentros anteriores, se tocan entre el miércoles y el jueves temas primordiales para la penetración de la Eucaristía en las diócesis indígenas como los indígenas y la globalización económica (miles de indígenas mexicanos están migrando a Estados Unidos): la Eucaristía en la vida de la Iglesia y del cristiano.
En este sentido, la conferencia magistral corrió a cargo este miércoles del obispo de San Cristobal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, sobre la Eucaristía como fuente y cumbre de la liberación integral.
Este jueves se designará la próxima sede y se ofrecerán recomendaciones a las culturas indígenas del país para que vivan a profundidad el Año de la Eucaristía, promulgado por Juan Pablo II a partir del pasado domingo 17 de octubre y hasta octubre de 2005.
