Italia: Hospitales «virtuales» gratuitos para enfermos de cáncer

Una manera eficaz para luchar contra la eutanasia

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ROMA, 21 julio 2002 (ZENIT.org).- La investigación farmacológica y la asistencia domiciliaria gratuita se combinan eficazmente ante el drama diario del cáncer. Empeñados en garantizar de esta forma una vida digna a los enfermos hasta el último momento, la «Associazione Nazionale Tumori» italiana (ANT) ya tiene hospitales «virtuales» en 21 provincias del país.

El oncólogo Franco Pannuti, fundador y presidente de la ANT –una organización no lucrativa y de utilidad social–, explica: combatir el sufrimiento de los enfermos terminales e investigar en el campo de los fármacos antitumorales son actividades que la ANT lleva adelante de manera organizada, científica y, sobre todo, en casa.

El doctor afirma responder con esta iniciativa, entre otras cosas, a la invitación que lanzó Juan Pablo II el 14 de julio pasado a atender a los enfermos, particularmente en estas semanas de verano boreal y vacaciones.

El «hospital domiciliario» es el medio para lograr estos objetivos: «un hospital trasladado al domicilio del que sufre –explica el doctor Pannuti–. No es el enfermo quien se desplaza al hospital, sino el hospital el que, con todos sus utensilios, con todas sus especialidades, se desplaza a casa del enfermo de forma gratuita, hasta el último día: basta con que lo pida él o su familia».

Veintiún pequeños «hospitales virtuales» funcionan en otras tantas provincias italianas a través de 145 médicos, 48 enfermeras y 38 trabajadores. Para ello, se trasladan a casa del paciente y le atienden hasta el último día, manteniendo informado al médico de familia.

«El hospital domiciliario no excluye a nadie, es más, debe implicar a todos porque los enfermos de cáncer, en la última fase de su vida, necesitan de todos, incluyendo asistencia psicológica y moral», aclara Franco Pannuti.

«La base de nuestro hospital domiciliario es la lucha sin cuartel contra la eutanasia entendida como muerte anticipada», afirma el fundador de la ANT. «Queremos garantizar de manera gratuita, hasta el último día, una vida digna a los enfermos de cáncer en fase avanzada o muy avanzada, cerca de su familia. La familia es el punto fundamental de nuestro programa».

«La vida es un valor sagrado e inviolable –añade el doctor Pannuti–. Uno de los modos para combatir la eutanasia y la muerte anticipada, que es homicidio o suicidio, como se prefiera, es prevenir y por lo tanto ayudar al que padece, estar cerca de él, controlar su dolor –cosa que se puede hacer en el 98-99% de los casos– y ayudar a la familia, tener una visión global del problema».

A nivel personal, el doctor Pannuti revela que su trabajo en la ANT le ha permitido «recorrer un largo camino de acercamiento a Dios. Creer en Dios y vivir la eternidad antes de morir».

La página web de la Associazione Nazionale Tumori es ANT.

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ZENIT Staff

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