Jacques Delors pide «no confinar la religión a la vida privada» en Europa

Los obispos preparan su contribución a la Convención

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

LILLE, 7 marzo 2002 (ZENIT.org).- Uno de los políticos más respetados en el viejo continente pidió este jueves que la voz de la Iglesia no sea excluida en la construcción de la nueva Europa.

Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, al intervenir ese jueves en Lille (Francia), en un seminario organizado por la Comisión de los Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE), afirmó que la nueva Europa «no puede confinar la religión a la vida privada».

No se pone en discusión «la laicidad de la unión europea, pero esperamos que la Iglesia sea escuchada en el proceso de reforma de Europa», afirmó el histórico militante del socialismo francés, considerado como uno de los políticos más populares de Francia.

Las Iglesias, exigió el presidente de la Fundación «Nuestra Europa», «deben seguir siendo una fuerza de proposición».

Delors reiteró su pesar por la supresión de toda referencia a las «raíces cristianas de Europa» en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (octubre 2000). Esa decisión se tomó por presiones ejercidas por el gobierno francés.

El congreso, organizado por la COMECE en la Universidad Católica de Lille, llevaba por título «Los desafíos para una Europa unida» y tuvo lugar pocos días después de la inauguración de la Convención europea (28 de febrero).

El 10 de enero pasado, Juan Pablo II había lamentado el riesgo de que sea marginada la contribución de los creyentes en este foro, que busca delinear el futuro de la Unión Europea.
<br> Para responder a esta preocupación los obispos de la Unión han constituido un grupo de trabajo encargado de redactar un documento como contribución de la Iglesia católica a la reflexión sobre la nueva Europa.

Monseñor Hippolyte Simon, obispo de Clermont, quien presidirá este grupo de trabajo, explicó este jueves, en Lille, que en la próxima asamblea plenaria de la COMECE se presentará el documento a los obispos y después será entregado a la convención y hecho público.

«No pedimos privilegios, pero tampoco queremos ser excluidos del debate sobre el futuro de nuestro continente», explicó monseñor Simon.

«Las Iglesias serán escuchadas por la convención a través del fórum de la sociedad civil –informó– y nosotros deseamos dar nuestra contribución, que no sólo afecta a la libertad religiosa, sino también a los derechos del hombre», así como a la idea de persona que guiará a la nueva Europa.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación