Japón rinde tributo al primer santo mexicano

El cardenal Rivera recibe al Dalai Lama como embajador de la paz.

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MÉXICO, lunes, 27 septiembre 2004 (ZENIT.orgEl Observador).- La catedral metropolitana de la Ciudad de México fue testigo el fin de semana pasado, de una ceremonia inusitada: el pueblo de Japón rindió culto y honró a San Felipe de Jesús, primer santo mexicano, quien murió martirizado en Nagasaki el 5 de febrero de 1597.

Por otro lado, por primera vez en la historia de esta catedral se realizó en su interior la ceremonia protocolaria más importante para el pueblo Japonés: la Ceremonia del Té: el máximo acto de reconocimiento que el pueblo japonés pueda ofrecer.

Con motivo del cincuenta aniversario del establecimiento de las sedes Urasenke en Latinoamérica, en el Altar Mayor de la Catedral Metropolitana, el Gran Maestro Hounsai Genshitsu Sen, decimoquinto descendiente de la Escuela del Té Urasenke de Japón, ofreció una taza de té como una plegaria por la armonía y la paz en el mundo; y otra al espíritu de San Felipe de Jesús.

Este santo es el primer mexicano canonizado y santo patrono de la Ciudad de México y de su arzobispado.

La primera taza de té fue ofrecida a Jesucristo, representado por un crucifijo que se situaba en el antiguo altar de ónice, en la parte posterior del altar mayor. A continuación se preparó otra taza de té que fue llevada hasta la capilla dedicada a San Felipe de Jesús.

Antes de iniciar la ceremonia, el cardenal y arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, destacó el honor que representaba ser receptores de esta distinción del pueblo japonés.

El purpurado constató en este gesto «la viva demostración de que la concordia es posible independientemente de cuáles sean nuestras ideas o creencias».

En otro ámbito, ante la visita del Dalai Lama a México, que ha levantado polémicas por una supuesta presión de China para que no pise el país, el cardenal Rivera Carrera afirmó que no existen los elementos para que haya polémica alguna.

«Es un líder religioso que fue invitado por su comunidad y que nosotros los del Consejo Interreligioso [organismo en el que se reúnen líderes de diferentes confesiones] vamos a recibir porque creemos que él anuncia la paz; porque creemos que él anuncia la fraternidad y creemos que es una visita muy positiva para nosotros los mexicanos», concluyó el cardenal Rivera Carrera.

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ZENIT Staff

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