Jesús traduce el poder en humildad, señaló el papa en el Ángelus

Recordó varios eventos de este domingo y la próxima fiesta de la Vida Consagrada

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CIUDAD DEL VATICANO, domingo 29 enero 2012 (ZENIT.org).- A mediodía de este domingo, Benedicto XVI se asomó a la ventana de su despacho en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.

Al Ángelus asistieron jóvenes de Acción Católica de la diócesis de Roma que concluyen la Caravana de la Paz que por estas fechas dedican al tema de la paz. Al final del rezo del Ángelus, dos niños, invitados al apartamento pontificio, pusieron en libertad, desde la ventana, dos palomas, símbolos de paz.

En su palabras de introducción a la oración mariana, el papa comentó el evangelio del domingo que relatala liberación de «un hombre poseído por un espíritu inmundo», que reconoce en Jesús «al santo de Dios», es decir al Mesías.

Benedicto XVI subrayó que Jesús une palabra y acción. Su palabra es eficaz: “La palabra que Jesús dirige a los hombres abre inmediatamente el acceso a la voluntad del Padre y a la verdad propia”. Además, “a la eficacia de la palabra, Jesús unía la de los signos de liberación del mal”, señaló el pontífice.

Afirmando que la autoridad divina en Jesús traduce el poder en humildad, el papa subrayó que, a menudo, “para el hombre la autoridad significa posesión, poder, dominio, éxito. Para Dios, en cambio, la autoridad significa servicio, humildad, amor”.

Se puede leer el discurso completo del papa en: http://www.zenit.org/article-41383?l=spanish.

Al final de sus palabras, Benedicto XVI recordó que el próximo 2 de febrero, “celebraremos la fiesta de la Presentación del Señor en el Templo y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada” e invitó a invocar “con confianza a María Santísima, para que guíe nuestros corazones a alimentarse siempre de la misericordia divina, que libera y sana nuestra humanidad, colmándola de toda gracia y benevolencia con el poder del amor”.

Después del Ángelus, el papa recordó que este domingo, en Viena, “será proclamada beata Hildegard Burjan, laica y madre de familia que vivió entre los siglos XIX y XX y fundó la Sociedad de las Hermanas de la Caritas Socialis”. “¡Alabamos al Señor por este hermoso testimonio del Evangelio!”, dijo.

Así mismo, el santo padre recordó que, este domingo se celebra el Día Mundial de los enfermos de Lepra. Al saludar a la Asociación italiana Amigos de Raoul Follereau, expresó su deseo de “hacer llegar mi aliento a todos los afectados por esta enfermedad, así como a quienes los asisten y, que en muchos aspectos, se han comprometido a erradicar la pobreza y la marginación, verdaderas causas de la persistencia del contagio”.

Hizo alusión también alDía Internacional de intercesión por la paz en Tierra Santa este domingo: “En profunda comunión con el Patriarca Latino de Jerusalén y el Custodio de Tierra Santa, invocamos el don de la paz para esta tierra bendecida por Dios”, dijo.

Finalmente dirigió un saludo cordial “a los peregrinos de lengua española presentes en esta oración mariana, en particular a los alumnos del Instituto Diego Sánchez, de Talavera la Real, del Colegio San Atón, de Badajoz, así como a los fieles procedentes de Valencia, Cádiz, Ceuta y Jérez”.

Con el salmista, les invito a todos “a escuchar la voz de Dios y a no endurecer el corazón”. Y les exhortó a buscar tiempo “para meditar cuanto el Señor nos propone en la divina Palabra” y responder “a ella con una oración sincera, constante y humilde”.

“De ahí sacaremos fuerzas para afrontar las dificultades de la vida y servir con sencillez a los que nos rodean, sobre todo a quienes pasan por pruebas diversas. Feliz Domingo”, concluyó. 

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ZENIT Staff

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