TORONTO, 29 julio 2002 (ZENIT.org).- Para la pastoral juvenil de Canadá, las Jornadas Mundiales de la Juventud «han sido una auténtica revolución», constata el arzobispo de Ottawa, Marcel André J. Gervais.
«En Canadá se hacían cosas, pero no se conseguía que la pastoral juvenil despegara», explica en declaraciones a la agencia SIR monseñor Gervais, uno de los obispos canadienses más involucrados en la labor entre los jóvenes.
«Se necesitada un acontecimiento como éste, al que se ha llegado con más de un año de preparación –aclara el prelado–. Ahora los jóvenes canadienses están dispuestos a tomar parte en un verdadero ministerio eclesial».
Relatando la experiencia que ha vivido su diócesis, monseñor Gervais comenta: «Hemos venido con 700 jóvenes, que están entusiasmados con todo lo que ha ocurrido estos días. Durante la catequesis les pregunté: «Si se organiza un servicio de pastoral juvenil en cada diócesis, ¿estáis dispuestos a participar?», y contestaron: «Sí, inmediatamente»».
«Para mí representa un acontecimiento que desbloquea la situación; veo la posibilidad y el valor de un ministerio que no había sido previsto. Ahora los jóvenes comprenden que es factible y quieren participar con entusiasmo. Creo que esto sucederá en distintas diócesis canadienses», afirma el arzobispo de Ottawa.
Añadiendo que la sociedad canadiense también «ha reaccionado favorablemente al evento», monseñor Gervais concluye: «Estoy muy contento de haber vivido esta experiencia, pero especialmente por nuestros jóvenes. Están aquí y quieren hacer lo que Cristo les pida».
