PIACENZA, 22 marzo 2002 (ZENIT.org).- Se puede llegar a Toronto también jugando al fútbol. Por iniciativa del Servicio diocesano de Pastoral Juvenil en la ciudad italiana de Piacenza, se ha iniciado hace un mes «Un gol para Toronto», un torneo de fútbol-sala, dirigido a los grupos juveniles de las parroquias, movimientos y asociaciones.
Una iniciativa que permitirá a los ocho jugadores del equipo vencedor llevarse a casa 500 dólares (570 euros), exactamente la mitad del precio del billete de avión para la próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Canadá.
Ahora bien, el dinero no se lo llevarán los ganadores individualmente. Los 4.000 dólares puestos en juego por las Fundaciones de Piacenza y Vigevano serán entregados al sacerdote o educador responsable del equipo, que se encargará de destinar la suma sólo a los inscritos en la JMJ.
De hecho, algunos muchachos participan en el torneo sabiendo que por otros compromisos no podrán ir a Canadá. Sin embargo, jugando al fútbol, están dispuestos a ayudar a sus amigos (en general de la misma parroquia) a pagar los gastos del viaje.
En la competición participan 40 equipos, con 342 participantes, de los que 132 son chicas (por reglamento, deben jugar dos por equipo), 28 parroquias y 10 movimientos y asociaciones.
Según los sacerdotes Mauro Stabellini y Marco Marippi, director y secretario del Servicio de Pastoral Juvenil, estos números demuestran que el objetivo buscado se ha logrado.
De Piacenza irán a Canadá 300 jóvenes. Pero Toronto tiene también un significado para los que se quedan en casa: el Papa ha invitado a todos a prepararse, con momentos de encuentro y diálogo. El torneo es uno e estos.
«Hemos pedido a cada equipo que invente un lema sobre el tema de la JMJ para corearlo antes del inicio del partido –explica el padre Marippi–, y la final se jugará el sábado, con el cierre de la Jornada diocesana de los jóvenes».
